Por Juan Dicent Cada mañana la misma pelea durante el desayuno. Águeda ponía una bandeja con panes, tostados a fuego bajito en un sartén untado de aceite verde, con mantequilla, con queso amarillo derretido. Nunca eran suficientes. En nuestra mesa se seguía con rigor la etiqueta y el protocolo del último...
Comentarios