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©Por Glenda Galán

Un libro que reposa en una mesa llama mi atención, es Summertime de Juan Dicent, relatos posmodernos que me mostraron una República Dominicana desmitificada y que disfruté bastante. Luego de ese primer encuentro con la narrativa de este escritor dominicano, y aprovechando la publicación de Winterness, lo entrevisto. En esa ocasión, Dicent dejó una respuesta sin contestar y, como soy curiosa, años después, insisto en conversar sobre el trayecto trazado de Summertime a Winterness.  Esta vez corro con mejor suerte ya que, encomendados a su “adorada trinidad: Arlt, De Quincey y O’Brien”, no solo transitamos esa ruta del calor intenso al frío interminable, sino que otras, también maravillosas, se abren a través de nuestra conversación.

Es quizás tiempo de otoño, amable lector.

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-En Summertime y Winterness hay un hilo que convierte a estos libros en un viaje similar al que hacen millones de dominicanos desde la isla hacia los Estados Unidos ¿Estuviste consciente de esto mientras ibas escribiendo los relatos o es algo que se dio sin que lo advirtieras?
-No.

-En tus libros Summertime y Winterness desmitificas el paraíso (bellos paisajes, bellas mujeres en playas de blanca arena) que se le vende a los turistas cuando se habla de República Dominicana, pero también lo haces con la idea de bienestar que tienen algunos de lo que es vivir en Estados Unidos ¿Nos habla esto de tu experiencia como inmigrante?

-La verdad escribo sin pensar en abstracciones, es decir, algún significado más allá de algo que le pasa a alguien. Imagino que es inconciente eso. Mi experiencia migratoria ha sido bastante agradable de hecho, llegué con greencard con comida y techo familiar sin truño hasta que me parara.

-Desde las vivencias de personajes masculinos, que en muchas de las historias son traicionados por sus parejas, hablas sobre el desamor ¿Le cabe el adjetivo de misóginas a esas historias? 

-Deben serlo, es sobre un macho botao. Temo escribir con voz femenina, como que no sé, me sale como falsa, eso de que se escribe mejor de lo que uno sabe, ya se sabe, y yo, me alegro mucho que la mujer coge mucha lucha, soy hombre yay. También escribo a una misma historia final feliz, como devoto de Flann O’Brien y sus múltiples finales, pero me parece más real y retador el desamor, tal vez por ser más común, más escrito, más difícil de que sea diferente.

-El intertexto es un recurso muy presente en tus cuentos, ya sea con el uso de elementos de la cultura pop o de citas de escritores ¿Es esta una forma de llevar al lector a las obras de otros escritores? 

-Me di cuenta leyendo a De Quincey, Borges, Monterroso y muchos otros citadores, que yo buscaba autores ellos citaban en sus vainas. Benditos escritores propagadores. Además creo que es como deshonesto, y perdedera de tiempo, eso de tratar de decir algo que uno muy bien sabe otro ya dijo y usualmente mejor dicho.

-En algunas de las historias de estos dos libros el tema político es fundamental para mover a los personajes de una situación a otra, de un país a otro ¿Ver lo que acontece desde afuera, ha cambiado tu forma de percibir el panorama político de RD ? 
-Siento que como hace mucho que yo no vivo allá, es poco objectivo escribir de lo que pasa. Eso no evita que twittee LADRONESODEBRECHT.

Summertime y Winterness comparten rasgos de la cuentinovela, ya que están compuesto por relatos que funcionan independientemente, pero que al unirlos forman una gran historia; pero también he podido observar que tu poesía, de alguna manera, va conectada a ese topos ¿Son cosas mías, o tú también lo ves de esa manera?

-Sí ombe. Imagino así como no me sale bien la voz femenina, no me sale otro narrador.

-Ha pasado unos años desde que escribiste estos libros que están compuestos por muchas historias publicadas en Blogworkorange y veo que has dejado el blog como archivo de los escritos de esos años, ¿Ya no sientes la necesidad de escribir en un blog personal?

-Es mi archivo, siempre se me joden las computadoras y discos. Ahora en el ipad ta fácil de archivar. También la columna en Acento apacigua las ganas de querer ser leído.

-Nos llevaste del sol intenso de Summertime al frío implacable en Winterness, cada uno escrito en ciudades que de seguro influyeron en su gestación. Escribiste “Spring”, un poema contenido en tu libro Poeta en Animal Planet Revisited, pero luego, en uno de los relatos de Winterness, expresas que no es necesario hablar sobre la primavera. Dicho esto, observo que te sientes cómodo en “Fall“, otro relato de ese mismo libro ¿Pudiéramos esperar, entonces, un libro que evoque el otoño? 

-Sí. De hecho. Me gustaría me editen libro poemas otoñales, cuarentones, Autumntime o Fallness o Autumness o Falltime o Fallautumnesstime.

(Aquí me río bstante con las ocurrencias del escritor, que no sé si me está diciendo la verdad o responde a modo de broma. Yo lo tomo en serio y le pregunto sobre Autumfallnesstime): ¿Lo visualizas como un libro de poesía, de relatos o ambas cosas?

-Poemas más, cuenticos que vayan con el tonotoñal.

-La estación del año que más disfrutas es:

-Invierno, la estación del comfort casero, poca gente en la calle y se duerme mejor. Después Otoño. Verano y primavera llenan toaparte de gente.

-Después de vivir por más de una década en Nueva York, te sigue inspirando esa ciudad a la hora de escribir? ¿Es Nueva York, aún, una ventana infinita, como expresaste en una ocasión? 

No pienso mucho en la ciudad. Ya me acostumbré. Pero claro que inspira este molote de gente de todas partes. Tantas mañas particulares juntas y que funcione. Eso de hablar con un ârabe, chino, africano, suizo, ayuda a tener material, modelos, idiomas, para el escritor.
-¿Crees que la forma de hablar de tus personajes dominicanos pueda limitar la lectura de tus cuentos, realizada por lectores de otros países?

-Totaimente, pero es mi limitación, no la del gentilamablelector. A Faulkner, a Arlt, al mismo O’Brien, eso no los limitó.

-¿Qué han significado para ti estos dos libros? 

-Un chin de dicha, si vendiera muchos libros y pudiera vivir de eso sentiría mucha dicha. Me halaga mucho me publiquen. Hay demasiados escritores que nunca logran ser publicados. Además que publiquen a uno ayuda a sentirse escritor a uno, ayuda a ser considerado miembro del gremio escritor.

-No te vemos leyendo en público, comúnmente, ¿a qué se debe?

-Me invitan y digo que no. Ojalá no piensen es por mala onda, me honra, pero en la Literatura yo voy hacer lo que me gusta, leer a otros y escribir. Leer en público no me gusta ni un chin chin chin, me enferma.

-Desde hace unos años publicas una columna en el diario digital Acento en la que has abordado diversos temas ¿Podrían convertirse estos textos, también, en material para un nuevo libro?

-Sí, eso espero, como pasó con Arlt y O’Brien. Aguafuertes Quisqueya.

-¿Cómo ha sido la experiencia de publicar esa columna semanalmente?

-Muy buena. Hace que quiera escribir. Es un sueño realizado, hacer lo que Arlt, De Quincey y O’Brien, mi adorada trinidad, hicieron; ellos son ejemplos extraordinarios en eso de escribir para periódico, no en sección de arte, sino en medio de noticias diarias, escribir para los apurados lectores de política y situación social, ofrecerle cotidianidad con fábula de Esopo, poema de Li Po en medio de robo terrorismo, corrupción atracos etc. Agradezco mucho al editor, Fausto Rosario, me dio el chance y puedo escribir de lo que yo quiera hasta con algún mamæso sin ni un JUM.

-Háblame sobre la frase “Amable lector” que utilizas, comúnmente, en los escritos que publicas en Acento.

-En esa columna trato siempre de meter vainas de autores admirados. “Gentil lector” lo escribía mucho De Quincey y otros ensayistas ingleses; John Kennedy Toole puso a Ignatius a escribirlo en su diario del chico trabajador.

-¿Qué recuerdo es el que primero te viene a la mente al recordar el colectivo Shampoo, con el que colaboraste en RD?

-Risa. Alta estimulación artística. Maurice Ángel Jorge Jaime Mario son buenos artistas y siempre tan jodiendo creando algo, dan temas.

-Un cuento de un escritor dominicano que te gusta mucho es:
La mujer, de Bosch

-El Bronx es:

-Meritorio

-En una bodega del Bronx uno, generalmente, puede encontrarse con:

-Bachata, aguacate, refresco merengue y fiao.

-La palabra diáspora es:

-Fea. Adecuada para un salpullío.

 

Un poema de Juan Dicent

Wish I Was Rilke

A mi edad
Rilke también tenía
OjOs de macotoro
Profundos pozos
Tal vez los míos conlodo
Tal vez los deél diáfanos
Inteligentes
Inquisidores
Y
¿Por qué no decirlo?
Saltones.

Así como Rilke
Tampoco contracantaré
Trapecista de Kafka
Con versos sobre Ventrílocuo
Sus palabras hice mía
“Quien mantiene Silencio
Toca las raíces del Habla”
Ventrílocuo es triple adefesio
Palabra no toca raíces de Eufonía
Oficio no toca raíces de Utilidad
Imagen no toca raíces de Belleza.

Rilke podía ser erótico, sutilmente:
“No sabes de torres, con tu timidez
Ahora te darás cuenta
de una torre en ese maravilloso raro
espacio en ti”
Yo también puedo serlo, pero plebe:
‘Comenzamo dandoleña
Terminamo dandœtilla’.

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Entrevista anterior:

Juan Dicent, sueños convertidos en extraordinarios cuentos y poemas

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Juan Dicent
Desde 2005 publica sus relatos, poemas y crónicas en Blogworkorange.blogspot.com, ha participado en varios festivales internacionales de literatura y sus textos han aparecido en varias revistas y en antologías en América Latina, Europa e India. Ha publicado los libros: Summertime, Poeta en Animal Planet, My Uncle’s First Jeans, Monday StreetWinterness, de Ediciones de a poco. Ha publicado la columna Dominicano en NY, en la Revista Cultural Dominicana en Miami y actualmente publica una columna semanal en el diario ACENTO.