Maurice Sparks
No escribo para asombrar.
No escribo para esclarecer.
No hay propósito en lo que escribo.
No escribo para amigos, enemigos, semejantes o indiferentes.
No escribo para hacer feliz o infeliz a nadie.
No escribo para ti, posible lector, a veces tan irreal.
No escribo para leer en tertulias.
No escribo para publicar.
No escribo para enternecer o violentar.
No escribo para ser antologable o publicable.
No escribo para el futuro.
No escribo para el presente.
No hay propósito en lo que escribo.
Escribo para mí.
Escribo para saciar mis sombras,
tan constantes.
Escribo para decir lo que deseo decir,
como lo pueda decir, cuando lo quiera decir.
No hay moldes ni fórmulas.
No hay estilo.
No hay cajas de muertos.
No hay epitafios.
No hay definición.
Un día sale de una manera,
y otro sale de otra.
No hay mayor libertad.
© Ernesto G., 2010
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