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© Por Glenda Galán  •  

Fotos Elidio La Torre Lagares, Yolanda Arroyo Pizaro y H. Roberto Llanos.

 

Elidio La Torre Lagares, editor, poeta, ensayista, narrador y sobre todo amante de la literatura. Un puertoriqueño que ha sabido posponer sus propios proyectos, para ayudadar otros escritores emergentes en sus inicios y que enseña a otros el amor por la literatura.

En 1994 publicó  Embudo: poemas de fin de siglo. Luego siguieron, Cuerpos sin sombra (Isla Negra Editores), Septiembre (Editorial Cultural), Historia de un dios pequeño (Plaza Mayor) y Correr por el viento, entre otros títulos.

Los múltiples premios que han recibidos sus obras, no han logrado desviar a Elidio de su forma de ser afable y sincera, con la que te invita a conocer su mundo, cuando le cuestionas sobre algún tema. Y es que este escritor se las trae, el sabe que  en esa humildad se encuentra el secreto del sábio, al que apuesta definitivamente en cada una de sus respuestas.

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• ¿Cómo te inicias en el mundo editorial?

Mi primera incursión en la industria de los libros llegó en total desconocimiento de lo que hacía. Fue la publicación de mi primer poemario, Embudo: poemas de fin de siglo. Luego ya a manera profesional trabajé para el Grupo Santillana y Santillana USA, en San Juan y en Miami respectivamente. Luego tuve la oportunidad de dirigir el departamento de edición de la Editorial UPR y esas fueron mis grandes escuelas.

 

• ¿Cuáles son los errores recurrentes que cometen los escritores que aspiran ser publicados por casas editoriales de renombre?

Primero, pienso el error más común es que envían el mismo manuscrito a diversas editoriales sin notificar a ninguna de tales intenciones. A veces someten varios manuscritos a la misma vez, en la mejor intención de que les publiquen más de un libro. Por supuesto, si el mercado meta no es lo suficientemente robusto, pues se crea una suerte de canibalismo editorial en el que un libro se comerá a otro. Segundo, está el de la expectativa inmediata. Por ejemplo, envían el manuscrito lunes y viernes de esa semana ya esperan una respuesta. Una editorial por lo general planifica sus publicaciones a largo plazo, a través de planes editoriales que van desde 6 meses hasta 2 años. La experiencia del tiempo en las editoriales es distinta a la del tiempo real.

 

• ¿Qué piensas de la auto publicación, muy de moda en estos momentos, donde el autor sube su propio libro a internet y lo puede comercializar desde allí ya sea en papel o en formato digital?

Fíjate, yo que he transitado por diversas experiencias editoriales, recomiendo a los autores emergentes que se apoderen de sus propias carreras. Todos soñamos con que un editor interesado se nos acercará y nos dirá que interesan publicar algo de nosotros, pero la realidad es que el mundo editorial se ha diversificado de tal manera que es factible hacerse editor de la propia obra de uno. A esto, sumemos que el mercado del libro cruza por un momento de cambio paradigmático tan importante como el de la invención de la imprenta. Los soportes tradicionales se disuelven. Esto hace que los costos de producción sean un tanto inaccesibles para los editores y que, por tanto, sean más selectivos con aquellos autores que publican.

 

• ¿Cuál es el papel de un buen editor?

Pues un editor es un agente anónimo que obra en beneficio del autor y de su trabajo literario, ¿no? Así es como lo veo. Sucede que en español editor es muchas cosas, no como en inglés, que existe el “publisher”, el “editor”, el “proofreader”, el “content editor” y demás. Un editor no es un diseñador de libros, eso sí queda claro. Un editor quizá sea el arquitecto conceptual de la presentación de la obra. Opina, sugiere, modela, todo en beneficio del autor. También es el trabajo más anónimo del mundo.

 

• ¿Cuáles aportes a la literatura consideras tu que han aportado las redes sociales?

Bueno, conozco de casos en los que el trabajo inicial se esparce a través de la internet o las redes sociales como Twitter. Yo mismo publiqué -y me atrevo a decir, exitosamente- una twitternovela. Fue novedosa, porque en Puerto Rico pocos lo hemos hecho. Algunos autores, como Santiago Rocangliolo, han publicado libros que nacen en sus blogs. Mark Danielewski es probablemente quien haya tenido más éxito. Su novela House of Leaves nació como novela en la Internet cuando casi nadie lo leía. Pero nuestra generación no será la primera en ser recordada en 140 caracteres. Falta para que eso llegue.

 

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• ¿Crees que desaparecerá el libro impreso en los próximos 20 años?

El libro pasará a ser un medio en coexistencia con otros soportes para el libro. Se quedarán para los conocedores, los fetichistas y los que tienen una vocación con el papel. Así ha sucedido con otras tecnologías y otros artes, como la música, por ejemplo. El arte digital tampoco ha desplazado el óleo y el lienzo. Son soportes diversos. Contenido disperso en diversos contenedores.

 

• ¿Cómo ves la literatura caribeña (español) en estos momentos?

Yo leo y disfruto una literatura caribeña más pulsante que nunca. Rita Indiana, Pedro Cabiya, Eduardo Lalo, Juan López Bauzá, Ronaldo Menéndez, Rey Andújar, Mayra Santos Febres, Aurora Arias, Janette Becerra, Patricia Suárez y Amir Valle… son solo algunos de los nombres que saltan a mi mente con una auténtica literatura de resonancias caribeñas, pero a la misma vez en sincronía con otras literaturas del mundo. O sea, el Caribe es otro continente. Fragmentado, disperso, en constante movimiento, una identidad que son diversas identidades, pero es un territorio propio. Aún en los casos de Junot Díaz y Danticat, vemos un caribe que se dice en otros idiomas también. Es la poética de las relaciones de las que hablaba Glissant, el pensador de Martinica.

 

• Escritores hispanos que crees deben ser tomados en cuenta a la hora de hablar de la literatura de este inicio de siglo XXI.

Por supuesto, están los boricuas, que como dijera Eduardo Lalo en su discurso de aceptación del Rómulo Gallegos, no solemos ser consideramos por nuestra paradoja política. Lalo, López Bauzá, Santos Febres, Yolanda Arroyo. Otros más jóvenes cuya prueba mayor ha de venir en los próximos años son Gean Carlo Villegas, Sergio Gutierrez, Christian Ibarra, Xavier Valcárcel o la poeta Karen Sevilla. Sin duda. Este es el siglo de Edmundo Paz Soldán y Jorge Volpí, de Cristina Rivera Garza y Ana Clavel. Diego Trelles Paz, Néstor Rodríguez, Alberto Chimal y probablemente uno de mis preferidos, Andrés Neuman. Trato de ser objetivo y conciso, ¿eh? Que conste que la pregunta es difícil. ¡Podría seguir sin detenerme!

 

• ¿Por qué septiembre y no enero?

Aquí Elidio se echa a reír, y luego responde: Pues en septiembre han pasado grandes acontecimientos en mi país, desde huracanes hasta luchas por la independencia. Es también el mes que más disfruto en mi pueblo, Adjuntas, donde se desarrollan los cuentos de mi libro de relatos, Septiembre. Allí siempre llueve en septiembre, el clima es frío y la niebla es un personaje.

 

• Cuéntame de tu experiencia cómo escritor, qué marca el inicio de esta carrera? Cuándo dices: Soy escritor?

Soy escritor todo el tiempo. No soy profesor todo el tiempo; editor tampoco (cada día lo soy menos). Desde niño, mi primer poema fue a mi madre; mi primer cuento fue sobre la depresión de mi madre durante un período de separación matrimonial. Ese cuento fue el germen, años después, en Septiembre. Además, creo que mi niñez fue bastante solitaria, a pesar de que me crié con 4 hermanas, y siempre necesité de hablarle al mundo. Tal vez por eso escribo con la intención de que me lean. O sea, con conciencia de que me miran. Pleno exhibicionismo. Si es que me miran, digo.

 

• ¿Cuál ha sido el reto más grande que has tenido que enfrentar en tu carrera como escritor?

Pues por unos largos siete años pospuse mi carrera de escritor para dar forma a un proyecto editorial muy exitoso, Terranova, que dio origen a otros proyectos editoriales hoy día. Terranova junto a Isla Negra llegaron a ser las dos editoriales independientes principales en Puerto Rico. Pero luego, cuando quise volver a ser yo, se me hizo difícil. Esto no significa que haya dejado de escribir, claro. Simplemente, dejé de publicar.

 

• ¿Un momento preferido para escribir en el día?

Pues temprano en la madrugada. A eso de las 4am es ideal. En ese estado de vigilia, acompañado de música y café. Ya cuando calienta el día, como decimos en Puerto Rico, no me animo igual.

 

• ¿Qué te funciona a ti como escritor, para inspirarte?

En primer plano, la vida en su magnificencia, que es como decir en todo lo absurdo y todo lo sublime. Escribo con un interés por lo humano: lo que nos hace y nos deshace. De ahí que mi escritura a la larga se da en una lectura política, si así se busca. Podría hablar de una escritura de la subsistencia de lo humano y los agujeros en su aura.

 

• Historia de un Dios pequeño es…

Una novela sobre, precisamente, la esquizofrenia social que se vive en Puerto Rico. Fue mi primera novela. Pronto sale como libro electrónico, creo.

 

• ¿Qué ha significado para ti formar escritores como profesor de creación literaria?

Yo, como muchos escritores de mi generación, no tuve acceso a una educación formal en la escritura creativa. Uno estudiaba literatura, escribía, y recibía los golpes que ameritaba. Fue, a falta de mejor comparación, aprender por uno mismo. Ayudar otros talentos a pulir el oficio de escritura o, en su defecto, editarlos y que sean publicados y conocidos, es una manera muy mía de devolver en conocimiento lo que la vida me ha prestado. Hace poco, los libros de dos de mis estudiantes fueron seleccionados entre los mejores del año. Otros simplemente han salido del relativo anonimato, o han fundado editoriales, mientras otros apenas se inician en la aventura. Todavía queda el que me escribe y me pide opinión de su obra.

 

• Una experiencia como profesor que siempre recuerdas es…

Pues al comienzo, entré a un salón todo nervioso y sin encomendarme a nadie, llegué y rompí a hablar por hora y media. Resultó al final que le había enseñado la clase al grupo equivocado.

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• Un libro inolvidable para ti es…

/El extranjero/, de Camus.

 

• ¿Realidad o sueño?, ¿con cuál te quedas?

El sueño, que es la antesala de la realidad.

 

• Ser poeta es…

Vivir en el lenguaje.

 

• ¿Cuál de tus obras no te deja tranquilo?

La que recién terminé, cuyo título no puedo decir aún, pero su personaje principal es difícil de olvidar.

 

• ¿Cuál libro tuyo recomendarías a quien quiera empezar a leer tus obras?

/Correr tras el viento/, porque es una especie de cierre de ciclo en mi carrera como escritor, a la vez que marca el comienzo de otra.

 

• ¿Qué estas leyendo en este momento?

/Los años de peregrinación del chico sin color/ de Haruki Murakami.

 

¿Cuándo tendremos un libro nuevo tuyo?

El año entrante, espero.