Sor Juana Inés de la Cruz
Dos dudas en que escoger
Tengo, y no se a cual prefiera,
Pues vos sentís que no quiera
Y yo sintiera querer.
Con que si a cualquiera lado
Quiero inclinarme, es forzoso
Quedando el uno gustoso
Que otro quede disgustado.
Si daros gusto me ordena
La obligación, es injusto
Que por daros a vos gusto
Haya yo de tener pena.
Y no juzgo que habrá quien
Apruebe sentencia tal,
Como que me trate mal
Por trataros a vos bien.
Mas por otra parte siento
Que es también mucho rigor
Que lo que os debo en amor
Pague en aborrecimiento.
Y aun irracional parece
Este rigor, pues se infiere,
Si aborrezco a quien me quiere
¿qué haré con quien aborrezco?
No se como despacharos,
Pues hallo al determinarme
Que amaros es disgustarme
Y no amaros disgustaros;
Pero dar un medio justo
En estas dudas pretendo,
Pues no queriendo, os ofendo,
Y queriéndoos me disgusto.
Y sea esta la sentencia,
Porque no os podáis quejar,
Que entre aborrecer y amar
Se parta la diferencia,
De modo que entre el rigor
Y el llegar a querer bien,
Ni vos encontréis desdén
Ni yo pueda encontrar amor.
Esto el discurso aconseja,
Pues con esta conveniencia
Ni yo quedo con violencia
Ni vos os partís con queja.
Y que estaremos infiero
Gustosos con lo que ofrezco;
Vos de ver que no aborrezco,
Yo de saber que no quiero.
Sólo este medio es bastante
A ajustarnos, si os contenta,
Que vos me logréis atenta
Sin que yo pase a lo amante,
Y así quedo en mi entender
Esta vez bien con los dos;
Con agradecer, con vos;
Conmigo, con no querer.
Que aunque a nadie llega a darse
En este gusto cumplido,
Ver que es igual el partido
Servirá de resignarse.
Sor Juana Inés
La poetisa mexicana Sor Juana Inés de la Cruz, es considerada una mujer adelantada a su época, cuya obra la convirtió en una de las figuras más representativas de las letras mexicanas.
La escritora, que con el paso del tiempo se ha convertido en un referente en el campo de la poesía.
Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana nació el 12 de noviembre de 1648, en San Miguel de Nepantla, Amecameca, según las biografías que difunden portales oficiales, aunque otras fuentes como la Universidad del Claustro de Sor Juana, señalan el nacimiento de la poetisa en 1651, año en el que según la Biblioteca Cervantes, la pequeña Juana Inés, tenía ya tres años y había aprendido a leer, escribir y contar, lo que la había convertido en una niña prodigio.
Hija de un padre vasco y madre mexicana, la pequeña Juana fue criada por su abuelo materno Pedro Ramírez en la hacienda de Panoayan, donde demostró su amor e interés por las letras que ya la habían hecho pensar en asistir a la Universidad.
De acuerdo con la biografía de la poetisa publicada en el portal en Internet “mexicodesconocido.com”, su revelación como poeta se dio al año siguiente, al escribir su primer poema para la fiesta de Corpus.
Luego del deceso de su abuelo, la joven escritora fue enviada, por orden de su madre, a la Ciudad de México, donde vivió con su hermana María Ramírez, esposa del acaudalado Juan de Mata.
Fue en la gran urbe donde Sor Juana estudió latín bajo la instrucción Martín de Olivas, quien quedó sorprendido al descubrir que la joven estudiante logró dominar la lengua en tan sólo 20 lecciones.
En los siguientes años, Sor Juana se dedicó a cultivarse a través de la lectura de obras de autores clásicos, griegos y españoles. Sin embargo, su condición como fémina la llevó, en 1664, a ingresar a la corte como dama de compañía de la virreina Leonor María Carreto, marquesa de Mancera.
Durante ese periodo, el virrey escuchó algunos sonetos de la joven poetisa dedicados a su esposa, lo cual despertó la sorpresa del gobernante, quien hizo reunir a 40 letrados de todas facultades para realizarle un examen del que salió triunfante.
Como única salida a su situación de cortesana, Sor Juana ingresó al convento de San José de las Carmelitas Descalzas, no obstante, la severidad de las reglas la obligó a desertar tres meses más tarde, para ingresar a la orden de las jerónimas, en el convento de Santa Paula, donde profesó el 24 de febrero de 1669.
En este recinto, Sor Juana Inés de la Cruz hizo oficios de contadora y archivista, empero, la mayor parte de su tiempo lo dedicó al estudio y a la escritura, ejemplo de ello fueron sus más de cuatro mil volúmenes, mapas y aparatos de medición que albergó en su celda.
En 1671, la escritora, quien fungía como profesora, logró recuperarse de tifus.
El año de 1680 compuso “Arco Triunfal del Neptuno” alegórico de los virreyes recién llegados, los marqueses de la Laguna, el cual le valió fama y madurez en las letras, así como apoyos económicos para sus proyectos personales y conventuales.
De acuerdo con la biografía de Sor Juana Inés de la Cruz de la investigadora Lourdes Aguilar Salas, su buena relación con la Corte le permitió escribir más y en 1676 publicar algunos de sus villancicos que continuarían hasta 1691.
En 1690 Sor Juana escribió la conocida “Carta Atenagórica”, cuyo nombre original fue “La crisis de un sermón” y un año más tarde creó “Respuesta a Sor Filotea”, en la que plasmó varios datos autobiográficos.
Hacia el año de 1692, publicó el segundo volumen de sus obras, y escribió “Enigmas para la Casa do placer de las monjas portuguesas”.
Tres años más tarde, el 17 de abril de 1695 Sor Juan Inés de la Cruz nuevamente enfermó de tifus, pero esta vez no logró recuperase y murió.
Sus restos fueron sepultados en el coro bajo de la iglesia del templo de San Jerónimo, actualmente ex templo de San Jerónimo de la Universidad del Claustro de Sor Juana.
F: EL Informador.
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