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peloteros

La entrevista es una ventana al milagro, a los instantes que van forjando a las personas. De ellas he sacado importantes lecciones de vida y la consciencia de que todos, en algún momento, somos capaces de realizar actos memorables.

Hace poco hablaba con un amigo que me decía “¡Tú entrevistas a to el vivo!” a lo que contesté “no he podido hablar con nadie que haya muerto…aún”.

Me gusta entrevistar porque siempre he sentido curiosidad por saber, sin animo de chisme, lo que mueve a las personas en su día a día o en sus hazañas, sus gustos, sus afanes, sus logros o fracasos. Cada entrevista la considero como un libro abierto, un universo al que tengo acceso y que puedo compartir con mis lectores.

Recientemente tuve la oportunidad de entrevistar a tres grandes del béisbol dominicano, a quienes le han sido entregadas las llaves de la ciudad de Miami. De ellas extraigo unas cuantas preguntas y respuestas para ponernos a tono con el Clásico Mundial de Beisbol que se llevará a cabo en marzo.

Gracias a la alcaldía de Miami por propiciar estos encuentros, en especial al Mayor Tomás Regalado, a José Alvarez y a Enrique Sarubi.

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Juan Marichal

-¿Recuerda qué sintió la primera vez que pisó un play de grandes ligas?

-Por supuesto. Cuando yo entré al play de Los Gigantes de San Francisco me recibieron Felipe Alou y Orlando Cepeda. Yo notaba en el rostro de ellos la alegría que sentían al presentar a otro dominicano al equipo . Llegué allí un 10 de Julio y jugué por primera  vez un 19 de Julio. Fue un juego de un hit, una hazaña que muchos jugadores quieren lograr,  y yo lo logré en mi primer juego de grandes ligas.

-Se habla mucho de sus éxitos en Grandes Ligas, pero me gustaría saber sobre esos momentos difíciles que de seguro atravesó en su Carrera como beisbolista.

-Yo pasé muchos momentos difíciles antes de llegar a Grandes Ligas, por ejemplo cuando llegué por primera vez a Estados Unidos, a un pueblecito pequeño de aquí de la Florida donde quedaba el campo de entrenamiento de ligas menores de los Gigantes. Yo no conocía lo que era la diferencia racial, hasta que vi a los blancos por allá, los latinos por acá y yo me preguntaba: ¿Y este es el país más grande del mundo con esta diferencia entre los seres humanos? Déjame decirte algo: la única razón por la cuál yo no me devolví a mi país fue por la promesa que le había hecho a mi madre cuando le dije que yo iba a ser pelotero.

-¿Fue  difícil para ustedes todos los viajes que tenía que hacer cuando jugaba?

-Fue muy difícil por el idioma sobre todo. Cuando nos casamos ella no había cumplido los 17 años, para ella fue muy duro porque yo pasaba la mitad del tiempo en casa pero la otra mitad me la pasaba fuera.. Recién casados ella me pedía que me retirara. Pero nos fuimos acostumbrando y ella se fue adaptando. Y comenzaron a llegar niñas y niñas y niñas… Así cuando nació la ultima, el doctor Caputo me dijo: “Doña Alma tuvo un parto muy bueno, yo los voy a ayudar con un tratamiento para que tengan el varón”. Recuerdo que le dije que esa decisión era de mi esposa porque ya habíamos quedado en que esta sería la última bebe. Y así a los 11 meses nació nuestro hijo.

La educación de mis hijos comenzó en San Francisco California, en una escuela católica donde tenían a sus amiguitos,  por eso cuando me retiré fue muy difícil para ellos ir a vivir a Santo Domingo. En principio no aceptaban la mudanza. Pero si le preguntas ahora a dónde quieren vivir, te dicen que en República Dominicana. Solo una de mis hijas vive aquí en Miami.

-¿Qué dejó en usted el  Béisbol?

-Las Grandes Ligas es una institución para la que se necesita tener mucha disciplina y mucho respeto. Cuando le hablo a los jóvenes trato de explicarles sobre esa disciplina, ese respeto y esa costumbre, porque uno representa a su país y a su gente. Creo que lo mas lindo de un ser humano es cuando hablan bien de ti por tu educación, aunque no sea académica.

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Pedro Martínez

-¿Qué te gusta de Miami?

-Miami es mi lugar de paz y relajamiento. Después de tantos años de estrés que pasé en el beisbol, tomar la pesca ha sido uno de los mejores refugios que he encontrado. Estar cerca del agua me da una sensación de paz. Miami es una bella ciudad y la sensación de seguridad que se siente aquí es algo que valoro mucho.

-¿Después de tantos años en las Grandes Ligas y luego de tu retiro, te hace falta el béisbol?

-Sí, el que es un atleta es un atleta por siempre. Y yo extraño la competencia. Cuandoa veo las pequeñas cosas que se pueden hacer y no se ejecutan, en cuanto a los lanzadores, a veces me da esa energía.

La vida familiar es más relajada, pero también tiene su poquito de estrés. Las ocupaciones no terminan nunca. Así que mi vida sigue bastante ocupada. Ahora mi trabajo es servir de ejemplo a mis hijos y tartar de guiarlos hacia el buen camino y seguir envuelto en la comunidad tratando de ayudar y ofertando oportunidades a las generaciones futuras.

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David Ortiz

-¿Qué recuerdo te va a acompañar para siempre de tu paso por las grandes ligas?

-Yo siempre enfaticé mucho lo que es mi relación con los demás jugadores, porque creo que eso es lo único que uno se lleva. Yo me retiré después de la temporada del año pasado y ya hay compañeros llamándome para preguntarme cómo va a ser la cosa en esta siguiente temporada, sin tener a uno en el club house. Yo creo que cuando tú trabajas en grupo, tu tienes que fortalecerte como grupo, no solamente en lo personal.

-¿Cuál es la temporada que más recuerdas?

-Con Boston duré 14 años, en el segundo año ganamos Serie Mundial allá. También nos coronamos campeones en tres ocaciones, pero la experiencia que viví durante mi último año, de ver cómo los demás equipos demostraban el respeto que uno se había ganado a través de los años y cómo me despidió la misma organización de los Red Sox, será algo inolvidable.

-¿Pensarías ser manager de un equipo en algún momento?

-No lo sé, los managers empiezan eso a los sesenta años. Ser manager de un equipo no es algo tan fácil, eso es como ser presidente de un país, y aunque la experiencia no se improvisa, hay otro tipo de experiencia que va con eso.

-¿Qué le aconsejarías a un joven que quiera dedicarse al béisbol?

-Yo fui joven, fui jugador y uno muchas veces adquiere fama y dinero a temprana edad, eso es algo con lo que hay que aprender a lidiar. Lo que yo siempre tuve en la mente es que tengo una familia y una organización detrás de mí a la que yo tenía que representar y por la que tenía que hacer las cosas como se debe. Eso es lo que yo le exhorto a la mayoría de los muchachos, que no se lleven de las emociones, ni del momento. El momento es pasajero y hay mucha gente que depende de nosotros, así que tenemos que tener cuidado con las desiciones que tomamos.