taller

 GG

Desde que tengo uso de razón participé en muchos talleres artísticos y literarios. El primero que recuerdo haber tomado fue uno de teatro en la fortaleza Ozama de Santo Domingo. No recuerdo el nombre de la escuela de teatro que lo impartía ni la edad que tenía en ese entonces. Como me quedaba en casa de mi tía ese verano  y mi prima asistía a ese taller, me tocó acompañarla y jugar a crear y memorizar textos. Me gustó mucho hacer marionetas y ensayar para una obra de teatro infantil en la que hice el papel de mariposa. De eso hace más de un cuarto de sigo…Mi DIOS!

Luego viniron los talleres de pintura,  diseño gráfico, de guiones para cine, de literatura, de planificación de eventos…Tantos talleres he realizado que no sé cuántos pudiera poner en mi hoja de vida. Lo cierto es que algunos de ellos fueron bastante provechosos y otros no tanto. Al meditar sobre este tema me he permitido dar algunos consejitos que quizás sirvan de algo a quienes están en proceso de elegir algún taller literario.

1. Tiempo de duración.

Es importante tener la seguridad de que se podrá participar en todas las partes del taller para que valga la pena la inversión que se hace en tiempo y dinero. A quienes no tienen mucho tiempo debido a sus múltiples ocupaciones, les aconsejaría que tomen talleres de un solo día o dos días corridos, así no se corre el riesgo de perder alguna parte. Hace poco una amiga se inscribió en un curso de dos meses de duración y lo que debió ser placentero, se convirtió en una fuente de estress al tener que arreglárselas para poder dejar el trabajo temprano tres veces a la semana durante tanto tiempo.

2. Inversión Vs. Benefício.

 Me ha sucedido que al terminar un taller  me he sentido estafada, pues la inversión ha sido demasiada vs. lo que se ofreció. En otras ocasiones sin embargo he terminado con la seguridad de que el taller al que he asistido ha valido cada peso o cada dólar invertido. Es importante averiguar los temas que se abordarán antes de lanzarse a pagar una cantidad de dinero que no será reembolsable luego. Esto ayudará a que estés seguro de que pagarás justo lo que esperas.

3. Quién es el facilitador? 

Te ha sucedido que vas a un taller y en los primeros instantes te das cuenta de que tú podrías ser el facilitador, e incluso instruír a quien está impartiendo el mismo? Nada aburre más que asistir horas y horas a un taller cuyo facilitador está en Belén con los pastores. Es importante que te asegures de quién impartirá el taller que te propones tomar. Aunque para muchos este detalle es obvio, hay muchas personas que se inscriben en talleres solo por el tema propuesto sin saber quién será el instructor. Es importante también averiguar sobre la institución que ofrece el taller, sobre todo si se tomará fuera del país de residencia.

4. Quienes asistirán? 

Al igual que en el caso del facilitador, es muy importante tener una idea del nivel de los participantes al taller que eliges. En algunos casos, las prácticas que se realizan en estas jornadas de aprendizaje son evaluadas por los otros participantes. Asegurarse del nivel que se espera de los participantes ayudará a tener una idea de lo que puedes esperar del taller.

5.  Taller, charla, seminario o curso? 

Generalmente el taller literario es un curso práctico, confirma antes de inscribirte, qué porcentaje de prácticas y de teoría abarcará el programa. Algunos talleres son anunciados como tal pero es mínimo el tiempo destinado a la práctica.

6. Tema, contenido y requerimientos del taller.

En una ocasión desistí de tomar un taller porque al averiguar sobre su contenido, me di cuenta de que el nombre con el que se mercadeaba no guardaba relación con los temas que se abordarían, por lo que me ahorré la dura tarea de tener que pedir el reembolso de mi dinero, algo difícil de lograr, por ejemplo en Santo Domingo.

Es importante también empaparse de los requerimientos del taller literario que se tomará para sacarle mayor provecho. En algunos se necesita que se lleven materiales específicos como escritos anteriores, libros de otros autores, poemas… en otros por el contrario no se necesita llevar nada.

8. Deja en casa al niño ofendido.

Si asistimos a un taller es para aprender, no para buscar elogios. No asumas una actitud de ofendido cuando alguien hace una observación negativa hacia tu trabajo. Recuerda que no es a ti a quien están criticando, es a una pieza en específico, que puede o no funcionar. No por eso quienes dan una opinión desfavorable hacia un trabajo tuyo en particular, están diciendo que no tienes talento.

9. Necesitas realmente de un instructor o facilitador en este momento?

Desde hace un tiempo soy cada vez menos propensa a tomar talleres o seminarios, a lo más que me acerco es a asistir a las exposiciones de arte o a las lecturas de libros de algún escritor que me resulte interesante. No siempre estamos en el ánimo de tomar un taller. Hay talleres que puedes realizar tu mismo cuando estas en esa onda de tranquilidad. Si de literatura se trata por ejemplo, un buen  taller puede ser leerte un libro y con un resaltador ir señalando puntos importantes que quisieras tomar en cuenta, o puedes también ir tomando notas sobre la estructura del libro, sobre la trama, etc. Puedes buscar críticas que se han escrito sobre ese texto y complementar lo que has leído con otros puntos de vista.

10. La actitud de que todo lo sabes déjala en casa.

Siempre se aprende, siempre sirve de algo lo que otros nos enseñan.

11. Todos estos puntos a tomar en cuenta son sugerencias, no las tomes en cuenta si no te sirven de nada.