Me levanto a las seis de la mañana, cuelo un café, le preparo chocolate caliente a mis hijos para el desayuno, de ese chocolate que suelo traer de Santo Domingo cada vez que voy. Los aromas se mezclan y un pedazo de casa penetra en el silencio de este día que casi nace.
Abro la prensa digital y al minuto de empezar a leer noticias de Santo Domingo, decido no seguir con esa sofocante tarea, para que el poco de café que he consumido no vaya a salir de mí bruscamente. Trato de leer noticias de Miami y también me producen arcadas. Entonces por amor propio, decido inmunizar ese día contra todo negativismo leyendo poesía. Entre el café y los poemas de Manuel A. López el ánimo se empieza a nivelar, siempre es grato recaer en la lectura de libros que le han gustado a uno.
Los poetas nunca pecan demasiado, asegura el poeta y creo que tiene razón, al igual que los políticos los poetas pecan mucho, pero a diferencia de los dirigentes de pueblos y vidas, esos pecados poéticos no le fastidian la vida a nadie; al contrario!….pero ese es otro tema que no quisiera que se cuele en esta mañana de marzo en la que ha salido el sol con un poema en la mano.
Receta
Deja de acumular tantos recuerdos
fotos
notas de amores superados
aplasta los libros de tus enemigos
con la herramienta del olvido.
Invéntate un mundo.
Aparenta que vives mejor.
Manuel A. López.
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