poesia

Por Keysi Montás

 

¿Qué es ser poeta?

No sé, lo cierto es que no sé del todo; algo sé, pero es poco. Es esporádico conocimiento que me arropa y luego se va, me deja cosas escritas en pedazos de papel, en servilletas desechables. Las miro y tienen forma irregular, no son párrafos; parecen más bien frases truncas, en desorden. Las miro a distancia y no les veo uniformidad, aparecen en distribución caprichosa del espacio; palabras (unas veces juntas y otras desperdigadas) sueltas. Las leo y encuentro (a veces) que algo las une. Me conformo con pensar que son versos, que juntos hacen poemas. Eso me complace, más bien me calma, me apacigua. Me conformo creyendo que son algo distinto a una pérdida momentánea de la cordura.

Qué pasa en esos momentos… Supongo que respondo a una necesidad que se satisface como puede, y sobre la cual tengo poco control cuando se sucede, pues se manifiesta como, y cuando, le da la gana. Me usa. Luego yo me vengo; sí, lo hago cuando tomo el timón de las cosas y corrijo, y edito, y cambio, y pongo y quito y añado a mi gusto y parecer. Y no para a ahí la cosa, pues oso de presentarlo como mío, como mi trabajo, mis versos, mis poemas. Y repito: lo cierto es que no sé.

 

4 Poemas de Keiselim A. Montás

del poemario Allá (diario del transtierro).

 

Una cometa acomete

a la fruta y a la flor,

vuela, sueña, baja, sube

hormiga y caracol.

Discurso formal.

…(

);

silencio.

Sombra y sol.

 

Miércoles 2 de diciembre, 1992 (10:19 a.m.)

New York, New York

 

Está ahí en su tormenta

como algo que ocupa el

espacio sideral de una mirada

(opaca);

algo así, tan inmenso, como

una viruta de pan en la vía

láctea.

 

Se puede descifrar a través

del vino la quinta musa,

está en mi tormenta (ahí);

usurpa el espacio de la migaja

y no es la Osa Mayor.

 

Hay que romper el sobrio

al estrechar la mirada,

que deja de ser opaca para ocupar

el espacio de la palabra;

la migaja,

la viruta

y el pan.

 

Jueves 17 de junio, 1993 (00:45 horas)

Torrox (Málaga), España

 

 

Me planto aquí a llenar esta página y nada más;

como si quisiera liberarme de la pluma,

del papel, la tinta.

Dejarlo ahí y volar en relámpago, astral; estar aquí

y allá y en todas partes y en todo lugar.

 

Poder volver (entonces), a la tinta,

a la pluma, al papel.

 

Viernes 18 de mayo, 2007 (07:12 a.m.)

Hanover, New Hampshire

 

 

Nos cayó un

aguacero,

sinfonía de gotas en

el techo,

desahogo y despejo.

Falta que nos hacía;

lo sé por lo bien que lo

recibimos.

También lo sé

porque noté

que cada gota mostró

su empeño

en venir a acompañar

a las otras,

en caer con las demás

al justo tiempo,

en sonar perfectamente

sobre el techo

y luego,

confundirse con las ya caídas,

y esperar:

esperar a las demás

y deslizarse juntas hasta el suelo.

Qué bien nos cayó

la lluvia,

como si todo lo que

necesitásemos

fuera un aguacero.

 

Sábado 3 de abril, 2004 (07:42 a.m.)

Las Terrenas –Playa Bonita– Provincia de Samaná, República Dominicana