Mamá decía que, 
tras la lluvia,
el cielo se vestiría 
de muchos colores, 
pero no siempre era así.

A veces, tras derretirse en gotas,
el firmamento quedaba gris. 

Mamá decía entonces, 
que en otro cielo lejano 
había salido un arcoíris.

Yo me alegraba
de solo imaginarlo. 

GG