©Por Glenda Galán

Santo Domingo es un pañuelo, donde todo el mundo se se conoce y los que no se conocen conocen a alguien que los presenta.

Acudí a la presentación del más reciente libro de Jochy Herrera y allí me encontré con Frank Báez, que conversaba con Minerva del Risco sobre su nuevo libro El envés de mil voces. Así surgió la idea de entrevistarla, aunque al otro día yo regresaba a Miami. Pero cuando las cosas van a darse, buscan la forma de concretarse; Minerva tenía un viaje programado hacia esta esta ciudad donde pudimos conversar sobre esta nueva obra suya,  y sobre la instauración de la Cátedra de Literatura Caribeña René del Risco Bermúdez.

Frente al Pérez Art Museum Miami (PAMM) me contó los pormenores de los proyectos en los que enfoca toda su atención y con los que espera trabajar a favor de la literatura dominicana.

La cátedra, que es la primera en República Dominicana, forma parte de las iniciativas llevadas a a cabo por la Fundación René del Risco Bermúdez, nombre de uno de los grandes escritores dominicanos y padre de esta mujer que, aunque no hable mucho, siempre tiene la necesidad de escribir y ahora, también, de compartir sus textos.

Hablemos de El envés de mil voces, ¿cómo nace este libro?

Es un libro que acaba de salire p, suso a circular recientemente en la Feria del Libro de Madrid. Cielo Naranja fue la única editorial invitada a la Feria de Madrid y su editor, Miguel D. Mena, quería llevar algo nuevo, así que me invitó a participar de su colección.

¿Qué podemos encontrar en este libro?

Para mí la escritura es un proceso muy íntimo y yo siempre tengo cosas qué decir y las digo de manera escrita. Yo no hablo mucho, pero escribo. Entonces, esa es mi vida desde distintos puntos de vista, incluso desde el pasado que no conocí, pues hay en el libro un poema a mi bisabuelo, a quién yo evoco y me lo imagino.

El también escribía.

Si, toda mi familia es una familia literaria.

¿Has seguido esa tradición literaria, sobre todo se ser buena lectora?

Sí. Algo que siempre recuerdo es que mi papá me decía” hay que leerlo todo, hasta los muñequitos, porque de todo uno aprende”. Y así es, mi casa siempre estuvo llena de libros y la casa de mis abuelos. Mi bisabuelo era Federico Bermúdez que también fue un gran escritor, así como mi tatarabuelo, de quién no se conocen sus escritos por el tiempo que ha pasado, pero que yo los conservo.

Sería muy interesante publicarlos.

A eso vamos con la fundación que acabo de crear.

¿Qué activó en ti la necesidad de compartir tus textos?

Martha Rivera y yo somos amigas desde que tenemos quince años, ella es quién me empuja. Ella leía mis textos y me decía” yo no sé porqué es que tú no acabas de publicar”. Eso me lo estuvo diciendo durante muchísimo tiempo, hasta que tomé la decisión y se dio lo de la Feria de Madrid con Miguel D. Mena.

No le quites el Garrido a Martha que nos mata a las dos.

Sí.

¿Cómo te sientes al escuchar la valoración positiva que que tiene sobre tu trabajo un poeta de una generación más reciente, como lo es Frank Báez?

Muy bien. Me gusta mucho ese ejemplo que pones de Frank, pues yo le llevo veinte años, pero nos hemos hecho muy amigos, compartimos los textos y siempre estamos hablando, de lo que funciona o no en los textos. Este tipo de relación, también la tengo con Martha.

Entonces, además de tu familia tus amigos han sido fundamentales en este proceso.

Sí. También los artículos para el periódico. Mi esposo escribe artículos para el periódico, así que la conversación siempre gira en torno a la literatura, a la escritura a la creación.

Si te pudiera que describieras El envés de mil voces en tres palabras, ¿cuáles serían?

Es un libro muy íntimo, es un libro muy mío y todo lo que no he dicho en los últimos treinta años de mi vida, está ahí.

Cuando te enfrentas a un texto de tu padre, ¿logras despegar a la hija del escritor de eso que lees?

Eso no es posible, y más con la narrativa de René del Risco Bermúdez. Yo no me puedo desprender en lo absoluto de la esencia. Ese es él y yo lo veo así, no como un personaje. A los personajes que él creó yo siempre les estoy buscando la razón de porqué los escribió.

Mucha gente ha dicho que la muerte siempre estuvo en sus textos, y es cierto. Yo he descubierto que en muchos textos él describe su muerte exactamente como fue y no se cuántos han descubierto esto, también.

¿Cómo no hablar de muerte, si vivió en una dictadura que hasta lo hizo ir del país, razón por la cuál tú naces en Puerto Rico?

Sí, él pasó de frustración en frustración. Su vida pasó de frustración en frustración: Sale de San Pedro, se mete en la lucha antitrujillista, combate con la pluma, se tiene que ir del país, no es feliz donde estaba, regresa al país porque quería seguir contribuyendo con la lucha a favor de la democracia, pero se engancha en lo que, tal vez, él no quería, que era la publicidad. Esa es otra frustración. Hay que entender esa otra parte del ser humano que moría todos los días.

¿Crees que valió la pena el combate que libró tu papá a través de la pluma?

Definitivamente, claro que sí.

¿Cómo ves tú el papel de los escritores dominicanos de cara a los problemas que enfrentamos hoy en nuestra sociedad?

Esa es una pregunta difícil, pero te la voy a contestar: Creo que muchos escritores dominicanos están trabajando en lo que ellos saben hacer que es escribir. Pienso que ahora mismo hay un distanciamiento de la política y los escritores están escribiendo más sobre lo que es su entorno, sobre la sociedad.

¿Cómo nace la idea de crear la Fundación René del Risco Bermúdez y cuáles son los planes que tienen con ella?

La Fundación René del Risco Bermúdez nace porque vimos la necesidad de lectura que tiene la República Dominicana. La gente no está leyendo y el que no lee no escribe. Entonces, aunque quiera no va a tener la posibilidad de crear un buen texto. Por eso hay que fomentar la lectura.
En torno a esto tenemos varios proyectos: el primero es la Cátedra de Literatura Caribeña René del Risco Bermúdez, en alianza con la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) que se instaurará en este mes de septiembre. Para esto hemos invitado como conferencista magistral al escritor Leonardo Padura.

La cátedra tendrá varios componentes. Vamos a hacer talleres y cursos en la universidad y algunos van a caer en el calendario de este año, otros caerán en el próximo año.

Otra cosa que haremos fuera de la cátedra, con la fundación, es una convocatoria para una residencia literaria en España y tenemos otras actividades, también coordinadas por Emilia Pereyra, escritora y periodista dominicana.

Tenemos muchos planes y queremos que sea una referencia, aunque sabemos que los cambios no se dan de la noche a la mañana. Esto es un asunto no solo de la fundación, sino que la misma sociedad tiene que ir generando, porque cultura genera cultura.