“Papel higiénico”(Toilet Paper), la instalación de los artistas italianos Pierpaolo Ferrari y Maurizio Cattelan, que se exhibió en el booth de la fundación Beyeler, fue el espacio más fotografiado de Art Basel 2016. Este año el booth más visitado, en el opening de Art Basel 2017, ha sido la instalación de la artista, de origen dominicano, Firelei Báez, en el booth de Kavi Gupta Gallery.
La galería de arte, con sede en Chicago, ha impactado con este espacio al que se tiene acceso a través de un arco que da paso a la historia arquitectónica sedimentaria de las estructuras coloniales en culturas indígenas que fueron ocupadas. Este arco está inspirado en el palacio de Sans Souci de la ciudad de Milot en Haití, uno de los primeros monumentos construidos por esclavos negros que habían reconquistado su libertad. Cinco obras dialogan sobre el cuerpo, el paisaje y la historia, colgadas de muros empapelados que funcionan como hilo conductor, a la vez que también dialogan.
Si de múltiples caribes hablamos, este es uno de una factura y sofisticación elevada y con un discurso coherente y potente.
Mientras estuve visitando esta instalación, decenas de personas entraban y se fotografiaban junto a las pinturas y dibujos de esta joven artista que, el pasado año, exhibió en el Pérez Art Museum Miami (PAMM) y que ha sido merecedora de varias distinciones como el prestigioso premio de pintura y escultura Joan Mitchell, el premio de pintura Jacques and Natasha Gelman y el premio de pintura contemporánea Catherine Doctorow, entre otros.
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