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Por Homero Pumarol
 
 
Los días sin poesía son días mudos,
tal vez alguien se sentó sobre algún control remoto
y presionó Mute.
Quizás alguien lo hizo a propósito,
no es un maíz escuchar un poema político,
sin haber desayunado.
 

tampoco se escucha un aguacero,
ni una cascada suena por alta que sea,
ni suena la greca cuando sube el café,
en el play no se escucha al público gritar eufórico
cuando el umpire de home grita “striiiiiiike out”,
ni cuando el bateador sacude una pelota que venía a 97 millas por hora
y los fielders por el sonido pueden calcular la distancia del home-run,
pero si la pelota no suena no se sabe a dónde llegará.
Sucede con más frecuencia de lo que uno se imagina,

no nos damos cuenta,
como no se dan cuenta los actores de una película
cuando presionamos Mute en el control remoto del televisor.
Son días sin poesía, de amor en Mute,
algunos poetas argumentarán
que es la más reciente forma de hacer poesía,
pero bah…todo poema tiene su música.

Algunas personas nacieron en Mute,
entonces si uno les hace el amor debe gritar
todas las malas palabras que conoce
e inventar otras y gritarlas a todo pulmón,
como si nuestra vida dependiera de ello
y por supuesto, nuestra vida depende de la poesía.