El operativo Grapas consistió en un encuentro interactivo, de cuatro horas, en un espacio temporal donde se presentaron unas ciento cincuenta obras realizadas por Patricia Van Dalen. La artista venezolana, radicada en Miami, utilizó papel y grapas en la elaboración de su cuerpo de trabajo, el cual ha venido trabajando durante todo el 2016.

Las obras fueron dispuestas en nueve series distintas y realizadas en diferentes formatos, todos en papel: Engrapadas, Pinboards, Postcards Au bord de la Seine, Cartelera, Automáticas, Letters Au bord de la Seine, Fotoengrapado, y Paper Rug.

“Ha sido un encuentro entre personas que han llegado como inmigrantes a este país y que nos estamos engrapando. Es algo simbólico que une lo que somos y lo que fuimos en otras tierras. La grapa es un elemento que generalmente pasa desapercibido como, en muchas ocasiones, ocurre con el inmigrante” aseguró Van Dalen.

Varios poetas, curadores y escritores dedicaron algunos poemas y textos para definir su apreciación sobre este cuerpo de trabajo o sobre la grapa que fueron recopilados en un libro que circuló en el operativo.

Patricia Van Dalen lleva cinco años radicada en la ciudad de Miami, luego de realizar una larga trayectoria artística en su país de origen. “Miami le ha dado a mi obra una mayor madurez porque, indudablemente, cualquier paso que se va dando en la trayectoria de un artista influye. Miami me ha dado una sensación de extranjería, en el sentido de poder ver las cosas por primera vez. Tener una ciudad entera y una vida nueva es un privilegio, porque lo estoy disfrutando”, aseguró la artista mientras conversaba con nosotros, minutos antes de dar por concluido el operativo.

El prólogo del libro, impreso para este evento, fue escrito por la poeta y escritora Raquel Abend Van Dalen, hija de Patricia, quien comparte este texto con los lectores de Dominicana en Miami, así como también el poema de su autoría que fue leído por ella en el operativo.

La grapa, punto de trámite

Por Raquel Aben Van Dalen

La grapa se encuentra con el papel y el color, elementos que pertenecen tanto al arte como a la burocracia porque son símbolos que se agrupan para construír o destruír significantes y ahora, en esta oportunidad, se unen para crear un operativo. Se pensaría que el arte es lo opuesto a la burocracia, quizás la liberación de la misma pero, ¿qué ocurre cuando un objeto tan mínimo como una grapa se encarga de conectar un elemento abstracto, como lo es el seguimiento de leyes, reglas o simples instrucciones con uno estético como lo es el collage cuando se ha usado pegamento o como las obras presents en el operativo engrapado cuando se ha usado la grapa, a superposición de materiales y colores el lenguaje de lo visual?

Los textos a continuación presentan el dilema simbólico de una grapa ubicada en un nuevo entorno para ser, a partir de este, y así crear una nueva realidad, justo como ocurre con cada persona al nacer, que se vuelve un extranjero al dejar a la madre. En este caso, la madre patria y con frecuencia la lengua madre. Como ocurre con el artista y su obra cuando asimila, digiere, a través de un lenguaje propio, esa deconstrucción de su identidad. En este sentido, la grapa es la materialización de ese nuevo orden, consecuencia de la ley social y la creación.

Grapas

Son mínimas porciones del universo

que atan lo que podría ser innombrable.

Astillas de plata,

anuncian su presencia desde la carencia,

desde el exceso

hasta ajustarse en su justa medida

junto al color,

tiene sentido

las grapas reinan desde lo invisible.

Raquel Aben Van Dalen