y

Por Ramón Saba

 Nació en Santo Domingo el 2 de septiembre de 1950.

Poeta y educador. Se graduó de Licenciado en Letras por la State University of New York (Saratoga Spring, 1989). Tiene una maestría en Literatura Hispanoamericana de New York University. Trabajó como profesor de lengua española en el sistema de educación pública de New York, y enseñó Cultura Dominicana en The City University of New York (Hunter College). Trabajó como Ministro Consejero en la Embajada Dominicana en Uruguay.

En 1981 fundó la colección de poesía Luna Cabeza Caliente. Sus poemas han aparecido en las revistas Casa Silva (Bogota), La Gaceta, Plural y Casa del tiempo (México), Casa de las Américas (Cuba), Zurgai, Balcón, Atlántica, Turia (España), Imagen y Poesía (Venezuela) y Románica, Caronte, De Azur, Tercer Milenio e Hispamérica (Estados Unidos) entre otros. Pertenece al grupo de poetas de postguerra, surgido a raíz de la guerra de abril de 1965. Fue miembro fundador del grupo literario La antorcha, donde compartió espacios con Mateo Morrison, Rafael Abréu Mejía, Fernando Vargas y Soledad Álvarez entre otros. Inauguró la primera exposición de poesía concreta y visual (Pluróscopo) en Casa de Teatro, evento que conjuntamente con el Pluralismo de Manuel Rueda constituyeron las expresiones poéticas vanguardistas de mayor significación en el país. Alexis Gómez Rosa se sumó también, aportando su talento, al valioso proyecto Pluralismo del gran poeta y músico Manuel Rueda.

Su obra poética ha sido valorada en numerosos ensayos críticos y antologías de la poesía en lengua castellana. Es uno de los poetas más reconocidos de las últimas décadas en el país, lo que le ha hecho merecedor de importantísimos premios, tales como  haber obtenido en en dos ocasiones (1990 y 1996)  el premio al primer lugar en el concurso de poesía de Casa de Teatro; en tres ocasiones (1991, 2006 y 2009) el Premio Anual de Poesía Salomé Ureña de Henríquez, otorgado por el Ministerio de Cultura y el Caonabo de Oro en el 2011 y recientemente obtuvo de nuevo el Premio Anual de Poesía 2014.

Su bibliografía activa cuenta con títulos como Oficio de Post-muerte; Pluróscopo; High Quality, Ltd. (Primer libro de haiku de República Dominicana, 1985; Colección Luna Cabeza Caliente; Contra la pluma la espuma; New York City en Tránsito de Pie Quebrado; Si Dios quiere y Otros Versos por Encargo; Self Service Poems (disponible también en su versión castellana); Lápida Circa; La Tregua de los Mamíferos;Marginal de una Lengua que Persigue su Forma;  El Festín. (S)obras completas (1967-2011, en el que se incluye Prosa de un Peso Welter, 147 libras en formato de libro) y el libro de haikus Trueno Robado.

El escritor y catedrático Miguel Angel Fornerín explica que “Decir que Alexis Gómez es el poeta más destacado de su grupo, es un aseveración cierta. No es un poeta finisecular, ni son la filosofía y el desencanto generacional su divisa. La palabra poesía cobra en sus versos un sentido original. Es decir,  que sus textos nos llevan  a encontrar un sentido del hecho poético. Es un retorno a la palabra, como un pasaje de ida. Volver a la palabra como magia, metáfora, presencia, ausencia y fundación del Ser.”

El poeta y ensayista Plinio Chahín asegura que “En la obra de Alexis Gómez-Rosa, por ejemplo, domina la incertidumbre de la vida: una suerte de ensimismamiento, irresolución y perplejidad dubitativa frente al tiempo. En su primer libro Oficio de Postmuerte (1973), se trata el tiempo de la caída, en su sentido ontológico, y del escepticismo.”

El crítico literario y narrador Pedro Conde Sturla asevera que “Desde las letras dominicanas urgidas en fechas postreras a la guerra de abril hasta acá, cuando el grupo La Antorcha  irradió con su osadía creativa el panorama literario dominicano, Alexis Gómez Rosa es, sin duda, la más original y enérgica voz poética que ha completado plenamente su ciclo creativo. Sin desmayo, sin desviarse un ápice de su vocación y oficio de poeta, sin contaminar su pasión poética con otros intereses.”

El escritor Aquiles Julián es de opinión que “Su poesía es rica en resonancias, plena de humor y de rejuegos verbales, pletórica de hallazgos. Posiblemente nos hallamos ante la obra poética de mayor riqueza y envergadura de la poesía dominicana contemporánea, sin desmérito del valioso aporte de otros relevantes creadores. Brillante, incisivo, apasionado y talentoso. Dueño de un registro verbal versátil y espléndido. Poeta de una madurez y singularidad sobresalientes.”

El escritor y editor Manuel García Cartagena manifiesta que “Si es cierto que la maleta nos dice quién es el pasajero, el bagaje literario de Alexis Gómez Rosa lo pinta de cuerpo entero como un poeta a tiempo completo, cabe decir, alguien que asumió, hacia los años finales de la década de 1960, un estatuto y una actitud poética ante la vida en plena conciencia del riesgo implícito en esa elección en una sociedad que, como la dominicana, no ha sabido nunca qué hacer con sus escritores.”

El periodista y escritor Luis Beiro recuerda que “Alexis Gómez Rosa como todo gran poeta carece de límites. Sabe desbordar cada uno de sus textos con la rabia del cantor que ama, silencia, reflexiona y se incluye en la piel de los demás.”

El escritor y publicitario Efraim Castillo estima que “Cuando Alexis mueve ligeramente su cabeza, se desprenden de ella miles de metáforas que señalan al país y al mundo que la poesía vive para nutrir el amor.”

Es ensayista R. Ramírez Báez dice “puedo afirmar que ningún otro poeta vivo dominicano tiene el prestigio de Alexis en Nueva York, es un gran poeta. Por mi parte he leído sus obras: son formidables.”

La ensayista Eli Quezada considera que  Alexis Gómez Rosa “Es un Poeta que se crece desde sus propias vivencias, con un lenguaje, a veces rítmico, con aires traviesos, donde la sinestesia siempre juega un papel importante, dejando mostrar, eso sí, sus capacidades intelectuales, y cierta ironía, si se quiere, frente a lo sacro, como todo escritor irreverente.”

El poeta Bernardo Silfa Bor aclara que es un “Poeta escencial. Su poética trasciende las generaciones. Ha pasado de los 70 y los 80 a ser parte de las últimas generaciones literarias del país por sus aportes y por su frescura. Las mutaciones de Alexis brillan en el parnaso internacional con espesura de elegancia.”

La poeta Chiqui Vicioso estima “Que la próxima vez que publique su obra completa debe hacerlo por tomos individuales, aunque todos tengan la misma portada y numerados en el orden de su publicación, en una caja, así él, que dice haber sido maestro, facilitaría la lectura de sus textos a quienes quieran estudiarlo con la dedicacion que ameritan sus textos.

La escritora y ensayista Ligia Minaya expresa que “Lo leo y lo quiero mucho.”

El crítico y escritor Franklin Gutiérrez recuerda que “escribí un ensayo sobre la presencia de la ciudad de New York en algunos poetas dominicanos y, como era de esperarse, Alexis Gómez Rosa no podía faltar. No por ser uno de los tantos bardos criollos que han hecho de la Gran manzana su escenario lírico de preferencia, sino porque cuando leemos libros suyos como “New York City en tránsito de pie quebrado” y “Si Dios quiere y otros poemas por encargo”, estamos ante un poeta consciente, reflexivo, meticuloso y plural, que ha transitado por la poesía social, política, amorosa y humana con la propiedad y el entusiasmo que pocos bardos quisqueyanos lo han hecho. Ojalá que los gurúes de la cultura y de la academia dominicana que deciden quien merece el Premio Nacional de Literatura cada año, lo tengan en cuenta algún día. Hay muchos escritores del patio con una producción menor que la suya, cuantitativa y cualitativamente, que han sido reconocidos con tal galardón.

Finalmente la poeta y narradora Martha Rivera-Garrido asegura que “Mi amigo Alexis… sin dudas un terrible provocador. Me gusta leerlo… por las salpicaduras. El conoce bien sobre el gusto de masticar demonios en el texto… Vaya usted a verme la sonrisa cuando lo escucho leer…”

Concluyo esta entrega de TRAYECTORIAS LITERARIAS con un poema de Alexis Gómez Rosa:

SOLEDAD COLECTIVA

 Este poema cargado de voces 

no es un árbol.
Lo he hallado en el aliento
de un perro callejero,
es un árbol,
que ignora el miserable lugar
de sus raíces.
(¡Fantástico¡
-cómo no ha de ser?).
Este poema
ha crecido a orillas del Harlen River
como un buen árbol,
-dicen que mueve
sus frutos y linternas en el vagón
de un silbido…
Esta voz,
estas negras palabras
que a nuestra casa regresan.
Me traslado a otro silencio.

 

saba