Pedro se ha hecho lobo, antes era lagarto. Pedro de alma pura, grisáceo en la salobre cuesta, ya no es Pedro. Pedro monolítico, que aullando en los presagios se ha pasado el día, a tientas buscaba un nido.
Yo era amigo de Pedro, también en las esquinas esperaba ganarle el pan a las manos, me quede lagarto, libre de todo suicidio, pero Pedro, en las márgenes del río, errabundo, se hizo lobo de la jauría y le han matado los pastores.
Pobre de Pedro el lobo, que en su existencia como lagarto, tuvo la mala fortuna de un imposible: Se enamoró de la luna.
Comentarios