Es una maravilla ver las originales y escalofriantes creaciones de Halloween, desde los disfraces, hasta las decoraciones en los hogares y comercios, que en muchos cosos son verdaderas instalaciones artísticas.
Recuerdo cuando vivía en Connecticut, específicamente en Milford, los vecinos hacían grandes cementerios en sus jardines, efectos de luces y sonidos para competir entre ellos sobre cuál de los montajes era el más original, pero sobre todo en cual jardín embrujado, disfrutaban más los vecinos de barrio cuando tocaban las puertas en busca de dulces.
En Miami también se celebra animadamente esta fiesta que antecede a muchas otras antes de terminar el año.
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