Los cuentos más cortos del mundo han sido escritos por  el mexicano Luis Felipe G. Lomelí y por el guatemalteco Augusto Monterroso.

•Ambos constan de muy pocas palabras y de dos partes.

• En la primera parte de El diosaurio, no se sabe a quien se refiriere el autor, cuando nos dice que alguien despertó, dejando a la imaginación del lector, que cree un personaje.

• En el cuento de Lomelí, sin embargo intuimos que la pregunta se le hace al emigrante, aunque no sabemos quién pregunta.

• En su  segunda parte de su cuento, Monterroso nos da un dato preciso, un dinosaurio  se mantenía en el mismo lugar donde se encontraba antes de que el personaje incógnito se durmiera, lo que podría hacer referencia a tratar de huir de las cosas que nos atemorizan para no enfrentarlas.

En el Emigrante, la segunda parte es diferente, pues consta de una respuesta, que nos hace pensar en el dolor que viven quienes emigran lejos de su país.

Disfrútenlos:

 El emigrante. Por Luis Felipe G. Lomelí.

– Olvida usted algo? – Ojalá.

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El dinosaurio. Por Augusto Monterroso

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.