calabazas

Es otoño, ya empiezan a cambiar los atardeceres, cambiará también la hora en muchas partes del mundo, mientras los árboles se desnudan llenando de confeti naranja, amarillo y rojo las calles de las ciudades donde el frío espera colarse en poco tiempo.

Las celebraciones de estas fechas son muchas, pero las que más han calado entre niños y adultos  por aquello de ser quien no somos, pero que quizás soñamos ser…es Halloween, celebración donde la  imaginación vuela como murciélago y echamos mano a los dulces, calabazas y cuentos de terror.

f

En esta época de  horror y misterio, me vienen a la mente los libros de Harry Potter y  El árbol de Halloween (The Halloween Tree), del escritor Ray Bradbury, quizás porque mi hijo amó esos libros cuando le tocó leerlos, pero también porque pienso que  acompañar esta época con lecturas que evoquen esa sensación de suspenso puede ser una experincia interesante en estos días otoñales.

Algunos títulos que pueden ser buenos compañeros en Halloween:

• Las Narraciones extraordinarias de Edgar Alan Poe, una antología de relatos que le pondrá los pelos de punta, escritos por Poe durante varios años, entre ellos, Los asesinatos de la calle Morgue, El gato negro, , El corazón delator, Ligeia, El pozo y el péndulo, Berenice.

• Drácula de Bram Stoker, fuente de inspiración de películas, series de televisión, cómics, etc. El joven procurador Jonathan Harker viaja a Transilvania para cerrar un negocio inmobiliario con el conde Drácula…el resto te estremecerá!

• Camila de Le Fanu, una de las primeras mujeres vampiros.

• A Sangre fría de Truman Capote, este libro fue publicado en el 1966. Sigue paso a paso la vida de un pueblecito de Kansas, narra el brutal asesinato de los cuatro miembros de una familia.

• Frankenstein de Mary Shelley, una historia escrita en 1818 que narra la historia de un estudiante de medicina que insufla vida a una criatura aberrante creada a partir de trozos de cadáveres.

La lista es extensa y podríamos mencionar también El fantasma de Cantercille de Oscar Wild, El fantasma de la ópera de Gaston Leroux, El guardavías, de Charles Dickens, La mujer Alta de Pedro Antonio Alacón, Leyendas de Becker o cualquier otro libro que le infunda ese toquesito de suspenso a sus días de hojas, dulces y calabazas.