Toda ciudad cambia, pero queda intacta en la memoria de algunos artistas que, a través de su obra, comparten los recuerdos de tiempos felices. Es el caso de la ciudad de la Plata, capital de Buenos Aires, que nos muestra Soledad Garriga a través de sus obras.
La pintora argentina, que nos visita con motivo de las actividades que se celebran en torno a Art Basel, inició su carrera artística a los dieciocho años de edad y ahora llega a Miami para compartir su mirada de la ciudad que la vio nacer.
Soledad, algunas de tus pinturas tienen textos incluidos, ¿Porqué?
Yo quiero que conozcan mi ciudad, en ellas pongo un canto a mi ciudad que hizo mi padre. Creo que si pintas tu aldea pintarás el mundo y lo conocerás. Expongo villas de la ciudad de cuando yo era chica.
¿Qué diferencia hay en tu ciudad de chica y la ciudad en la que vives ahora?
Ya la gente no camina por la calle como antes, cuando yo era chica iba el lechero, ahora todo es en el supermercado, había ferias de frutas. El barrio no es barrio la gente no se comunica como antes. Perdió muchísimo color la ciudad.
Tal vez por eso hay tanto colorido en tus obras. Quizás quieres plasmar ese color que tenía tu ciudad para que quede en nuestra memoria.
Sí, esa es mi impronta
Cuéntame de tus exhibiciones en Miami.
Esta es la primera vez que vengo a Miami me contactó un galerista -German- por las redes sociales. Expongo hoy en el Ivy y a partir del 30 de noviembre estaré exhibiendo mi trabajo en Aqua Art Miami, frente al Royal Palm.
Me comentaste que tienes familiares en Miami, ¿Cómo percibes esta ciudad?
Me encanta. Me gusta la naturaleza, sus flores, los verdes diferentes que tiene. Por todos lados hay agua, botes. Me encantan los edificios que se iluminan de noche y se reflejan en el agua. Miami es fantástico.
En tu obra también abordas el tema que tiene que ver con bicicletas, cuéntame sobre este objeto presente en tu obra.
Pues creo que se viene la época de andar en bicicleta. Creo que con esto que está pasando con el medio ambiente esa es una época que se acerca. A parte de eso para la salud sería súper importante hacer ejercicios. Aquí en Miami mucha gente anda en bicicleta eso es buenísimo.
También abordas el tema de las mujeres gorditas.
Me encantan, ellas tienen una personalidad increíble. Veo a las flacas que se esconden y ellas son tan coquetas, en la playa se ponen colores y se ven hermosas, las veo y me encantan.
¿Cómo ves el desarrollo del arte en tu país?
Hay muchos escritores, se está haciendo mucho cine, me encanta el cine argentino porque me siento yo plasmada.
¿Qué color te viene a la mente si digo Artentina?
Celeste
¿Y Miami?
Turquesa.
¿Como ves la luz de esta ciudad?
Es impresionante, aquí la luz es brillante en el día y de noche todo está muy bien iluminado.
¿Cómo es en tu ciudad?
Es más oscura, más triste.
¿Como sacas el brillo que tienen tus pinturas cuando las realizas allá?
Porque recuero mi infancia, allí todo era iluminado.
Entonces tu arte es también un canto a tu niñez.
Sí.
¿Qué te gusta de tu ciudad en la actualidad?
Sus edificios antiguos me encantan pero no están iluminados de noche. Se debe ir de día para verlos. Hay hermosos balcones. Es Hermosa la ciudad. Benoit, que fue quién la diseñó, hizo un excelente trabajo. Fue un adelantado. Para ponerte un ejemplo, en la calle 47 plantó naranjos y en la avenida 7 puso tilos, eso para que los no videntes se guiaran por el olor.
¿Qué nos mostrarás en Miami en esta visita?
Canto a mi ciudad, sí a la vida y entre colores.
Entonces ese canto a tu ciudad llega ahora a Miami.
Sí, porque es universal. Ese canto puede ser para cualquier ciudad, porque todas cambiaron.
Sobre la artista:
Soledad Garriga estudió en la facultad de Bellas artes de la ciudad de la Plata, luego estudió pintura en Philadelphia. Ha exhibido sus pinturas en Argentina, Uruguay y Estados Unidos. Su obra ha sido merecedora de múltiples reconocimientos.
“Canto a mi Ciudad” es un poema escrito por Osvaldo Garriga, a quien muchos le decían “Pirucho”, padre de Soledad y quien fuera subsecretario de cultura de la Provincia de Buenos Aires y escritor. La artista ha transformado este poema en obras pictóricas.
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