La iglesia Presbiteriana de Brickell fue el escenario elegido para la celebración del concierto de la violinista dominicana Aisha Syed, presentado por el Consulado General de la República Dominicana en la Florida, en el marco de la Semana de la Herencia Cultural Domínico-Americana. La actividad, celebrada a casa llena, inició con las palabras del cónsul general Miguel Ángel Rodríguez, quién manifestó su admiración por la artista, destacando que “Aisha es una digna embajadora de nuestra cultura”. Acto seguido la virtuosa violinista entonó las notas del himno nacional dominicano e inició el concierto con un repertorio que incluyó “El primer beso” del maestro Julio Alberto Hernández. Al concluir la presentación, la Dra. Amada Vargas, organizadora de la Semana de la Herencia Cultural Domínico-americana, hizo entrega de una placa de reconocimiento a la artista clásica, quién muy amablemente nos recibió luego en su camerino para concedernos esta entrevista.
Aisha, ¿Cómo fue la experiencia de interpretar una pieza del maestro Julio Alberto Hernández en la BBC de Londres?
Desde que me notificaron de esa entrevista en el famosísimo programa “In Tune”, en el que leyendas de la música clásica han sido entrevistadas y han tocado, yo presenté el programa que quería, compuesto por “La Campanella” de Paganini y claro, “El primer Beso” del maestro Julio Alberto Hernández y ellos aceptaron. Cuando la toque, me sentí muy satisfecha de llevar la música clásica de mi patria a una plataforma tan importante como la BBC. Me sentí muy bien.
¿Cómo acogieron ellos este performance?
Luego de interpretar estas piezas, eligieron “La campanella” de Paganini para formar parte de la lista de “Performance Miracles” (Interpretaciones milagrosas), junto a personas tan maravillosas como Danill Trifonov, y con las que yo nunca pensé que me compararían.
¿Cómo ha sido la experiencia de haber estudiado en Londres y luego ir a tocar a la BBC?
Mientras estaba allá nunca toqué en la BBC, me mudé luego a Miami y he tenido gracias a Dios una agenda súper apretada. Para un músico clásico la BBC es algo importante. Puedo decirte que antes de la entrevista, no era que estaba nerviosa, porque ya uno aprende a controlar eso, pero sí sentía una presión gigantesca porque uno está tocando en vivo y miles de oyentes te están escuchando.
¿Te ha gustado vivir en Miami?
A mí me encanta Miami, yo me he enamorado de esta ciudad.
¿Qué es lo que más te gusta de aquí?
El cielo. El cielo en Londres es tan gris y triste y aquí es tan soleado y la gente siempre está contenta y de buen humor. Eso me encanta de Miami.
¿Qué es lo que más extrañas de República Dominicana?
Mira allá en República Dominicana tenemos muchos restaurantes maravillosos, me encanta la comida de allá, pero lo que más extraño en verdad es a mi familia. Casi siempre llego a Santo Domingo por los compromisos de trabajo, pero trato de fugarme a Santiago desde que puedo.
¿Cómo percibes el área de la música clásica de la República Dominicana en la actualidad?
Maravillosamente. Tenemos por ejemplo a un Darwin Aquino triunfado, a la Orquesta Sinfónica Nacional, a la Orquesta Sinfónica Juvenil y a muchos cantantes líricos. Hay muchas cosas buenas pasando allá, así que creo que nos espera un futuro muy brillante en la música clásica.
¿Piensas que pronto podremos tener a otros niños que como tú puedan desarrollar una exitosa Carrera en la música clásica?
Claro que sí, hay muchos niños con talento allá. Con mi fundación Music for life he viajado a varios puntos del país, donde he escuchado a muchos niños que son maravillosos. Con la fundación, que ya tiene cinco años, iniciamos el año pasado un festival en el que reclutamos a los niños para escucharlos y trajimos a Marc Messenger director de cuerdas del Royal College of Music para darles clases magistrales. Ya hay niños que han empezado a audicionar en escuelas y aunque es un proceso que a veces dura años, con paciencia y constancia se logra.
¿Qué te viene a la mente en torno al trayecto que has recorrido desde que empezaste a tocar siendo una niña hasta llegar aquí?
Hay muchas cosas que han cambiado para bien y claro que he mejorado en muchos aspectos, pero cuando uno es niño a uno no le importan muchas cosas, yo recuerdo que iba a los conciertos pensando en el final, en el plato de corn flakes de chocolate con leche que me iba a comer después y eso era lo más importante. Lo que te quiero decir con esto es que yo tocaba como si fuera algo tan natural como respirar y claro, hoy en día tiene que sonar así, pero por la complejidad de las piezas que ahora interpreto es más difícil hacerlo. He visto videos de cuando yo era pequeña y pienso: “Yo no tenía idea de que era tan buena así”, porque en la niñez uno no capta esas cosas. Doy muchas gracias a Dios por haber tenido a los maestros que tuve y a mi mamá que ha sido una persona extraordinaria. “Aisha” no es un producto que es mío, aunque practico de tres a seis horas diarias, todos han sido importantes, hoy en día mi esposo me da un apoyo gigantesco, él siempre está ahí para mí.
En ese sentido, ¿cómo logran llevar un matrimonio tan estable a pesar de llevas una carrera tan fuerte?
Bueno, nosotros nos vamos juntos cada vez que podemos a todos los conciertos míos, muchas veces él planea sus conferencias para que coincidan en las mismas ciudades donde toco. ¿Cuáles son tus planes en este año? A parte de los conciertos de este año, tengo mi nuevo disco pautado para salir este verano.
Aisha, se dice que no se es profeta en su tierra, sin embargo en República Dominicana aprecian mucho tu arte. ¿Cómo te sientes al recibir el cariño de los tuyos, el que incluso se ha traducido en varios premios Casandra?
Yo he tenido el apoyo de personas como Carlos Piantini que me ayudó tanto, del maestro Molina, del maestro Álvaro Manzano, del maestro Julio De Windt, con quién yo debuté a los once años, tocando con la Orquesta Sinfónica Nacional, de todos los directores del Teatro Nacional, como Doña Catana, Doña Carmen Heredia, que me han dado tanto apoyo. Yo les agradezco tanto a todas esas personas en Republica Dominicana. Me siento también muy agradecida con el excelentísimo señor presidente por nombrarme como embajadora cultural honorífica, que para mí es como llevar oficialmente la bandera dominicana a donde quiera que voy.
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