Por Glenda Galán
Rep. Dominicana- El 85% de los estudiantes dominicanos entre 13 y 21 años no lee porque se lo encuentra aburrido por falta de tiempo o simplemente porque no tiene acceso a los libros así lo señaló un estudio realizado en el 2012 por la Fundación Diario Libre. Este dato preocupante se suma al hecho de que de las 36 librerías que habían en Santo Domingo hace unos años quedan menos de 20, y el alto costo de los libros no permite que algunos interesados en leer más puedan cultivar la lectura por no poseer los medios para hacerlo.
Preguntamos a Frank Báez poeta y escritor dominicano su parecer sobre el tema de los libros en la República Dominicana.
• ¿Está en crisis el mercado de libros en RD?
Creo que el mercado de libros en RD siempre ha estado en crisis. No creo que haya existido una época de oro. Actualmente creo que nuestro mercado de oferta de libros se encuentra en su mejor momento.
En años pasados era complicado conseguir muchas de las publicaciones que acababan de lanzarse en otros países. Estábamos totalmente de espaldas a lo que estaba sucediendo internacionalmente.
Mucha gente se lamenta, por ejemplo, de que hayan cerrado la librería Thesaurus, pero desde hace años, esta no traía novedades y se había quedado estancada en su oferta, por lo que no creo que su cierre sea un signo de decadencia ni nada parecido. Por otro lado, seguimos sin tener buenas librerías de libros usados o lugares para intercambiar libros. Pero de nuevo, por lo que hemos visto en otros países de Latinoamérica, no estamos mal en cuanto a la oferta de libros.
Supongo que esto se debe al trabajo de algunas librerías como Cuesta, que trae varias ediciones de libros de España. Pero además de librerías, también hay otros negocios de libros, que anteriormente no existían. Ahora tenemos gente que vende libros por su cuenta. Por otro lado, también podemos comprar libros por el internet de forma física y digital. En resumen se podría decir que el mercado de libros en el país se ha vuelto más diverso y más rico para los lectores.
• A tu entender, ¿cuáles son los principales obstáculos que enfrentan las editoriales (grandes o pequeñas) en el país?
Como en todas partes, es el problema de la difusión. Pero creo que eso depende de las estrategias de las editoriales. La mayoría de la gente te diría que la culpa la tiene el gobierno porque debiera invertir. Sin embargo, yo no creo que el estado deba meterse en esto, ya que se trata de un negocio, y un negocio como en todas partes funciona por las leyes de oferta y demanda.
Aquí hay pocas editoriales, sobre todo editoriales independientes. Resulta raro que existiendo tantos autores jóvenes no hagan lo posible por lanzar sus editoriales independientes o sus cartoneras, como en todas partes. Lo que el Estado sí pudiera hacer es crear incentivos para la promoción de nuevas editoriales. Esto significa dar talleres de edición y al mismo tiempo propugnar por leyes que abaraten costos legales y demás. Pero de ahí en adelante, una editorial funciona como negocio y su fin es insertarse en el mercado.
Creo que lo que sí debe cambiar es la mentalidad que nos ha retrasado tanto, esa de pensar que los libros pertenecen a un grupito y que el estado debe hacerse cargo de eso. Inmediatamente se le quite eso de la mente a los editores y a los gestores culturales surgirían ideas novedosas e interesantes para insertarse en el mercado.
En vez de pensar que este es un país donde nadie lee y que por lo tanto no se van a vender libros, pensemos que cómo es un país donde nadie lee y conoce poca literatura, le haremos una propuesta tan atractiva que todos acabarán comprando los libros.
• ¿Cómo se maneja el mercado de editores con las librerías en la isla?
La verdad yo no creo que se vendan muchos libros dominicanos en las librerías. Y si se venden es porque el editor ha creado una táctica, como poner afiches o hacer firmas de libros o demás. Creo que los libros se venden sobre todo en la puesta en circulación. A falta de un soporte, como reseñas en revistas y suplementos, los libros acaban siendo almacenados en las librerías. Creo que lo sabio es no dejar sólo los libros en las librerías, sino venderlos en otro sitios.
En ese sentido, creo que hay un mercado amplio aun por explotar, lugares donde tradicionalmente no se han puesto libros, como gift shop, bares, bazares y el internet.
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