patricia 1©Por Glenda Galán

Patricia ama la literatura, al igual que yo pertenecía al grupo Escritores de Miami que se reunía dos veces al mes para compartir textos y lecturas, allí la conocí y desde que comentó que trabajaba para ayudar a las víctimas de violencia doméstica de Miami, quise entrevistarla a modo de aprender y tratar de entender este flagelo que convierte la vida de las mujeres en una verdadera pesadilla.

Desde la inseguridad de su natal Colombia, vino como inmigrante a Miami, para tratar de brindar una vida segura a las víctimas de violencia doméstica de nuestra ciudad.

•Desde cuando vives en Estados Unidos? cómo y porqué vienes a Miami, de donde eres?

Soy colombiana, residente en Miami desde hace 20 años y llegué aquí con mi familia huyéndole a la inseguridad de mi país en esa época.

¿Cómo te involucras en la lucha contra la violencia Doméstica?

Desde pequeña creciendo dentro de una sociedad latinoamericana y machista y durante mi trabajo como psicóloga tanto en Colombia, como aquí en Estados Unidos siempre vi la constante de que el ser mujer era como cargar con un pasaporte de segunda categoría que te limitaba el acceso a oportunidades educativas, de trabajo y de realización personal.

Fui creando entonces una conciencia social que me motivó a trabajar en favor de las mujeres maltratadas,  y en especial con las latinas que viven en este país. Estas últimas están en situaciones mucho más vulnerables por no conocer el idioma, ni el sistema legal, lo que les impide acceder a beneficios que este país les puede aportar sin importar su status migratorio. 

¿Cuál es el mayor obstáculo que deben librar las mujeres que son víctimas de violencia doméstica para salir de ese ciclo dañino?

Son varios los obstáculos y no son fáciles de superar. El primero es la dependencia económica. Un alto porcentaje (hay fuentes que estiman que alrededor del 70-80%) de estas mujeres no tienen una entrada económica que les permita mantenerse a ella y a sus hijos sin el apoyo del marido.

Están luego el miedo al abusador y sus amenazas; las creencias religiosas; el aislamiento al que son sometidas y la falta de apoyo social; la vergüenza, el sentimiento de fracaso y el “que dirán”, los apegos emocionales en los que mujeres aún siendo profesionales se sienten incapaces de asumir la vida sin el abusador. Y por supuesto todos estos factores sustentados por una autoestima casi que inexistente que los perpetúa.

¿Cómo se puede distinguir entre una pelea de pareja y el abuso verbal?

Es difícil hacer una generalización, pero se pudiera decir que cuando la discusión escala de tal forma en la que se sobrepasan ciertos límites de respeto ya se constituye abuso. Esto incluye humillaciones, ofensas, insultos, ironías y miradas amenazadoras por nombrar algunos.

 •Hay hombres agredidos por mujeres, ¿es difícil para ellos también romper el silencio?

El abuso ocurre en todas las clases sociales, todas las culturas y todo tipo de parejas. No tiene barreras de raza, sexo, educación, religión, edad o nivel económico. Es un crimen en el que uno de los dos miembros de la pareja ejerce poder y control sobre el otro y la respuesta de la persona oprimida es la misma, sin importar si es hombre o mujer. Así que a los hombres abusados por las mujeres o por otro hombre también les resulta muy duro romper el silencio.

violen¿Cómo ayudas desde tu trabajo a las víctimas de violencia?

En estos momentos soy activista independiente en el campo de la violencia doméstica. Durante mis años de voluntariado en dos refugios, uno aquí en Miami y el otro en Fort Lauderdale, trabajé con grupos de mujeres maltratadas en el área de crecimiento personal y empoderamiento.

En ellos se les educa sobre el ciclo de la violencia doméstica, se les refuerza que ellas no son las culpables, se trabaja para aumentar su autoestima y en la medida en que se van valorando más, desarrollan más confianza en sí mismas y empiezan a vislumbrar un futuro sin violencia.

A nivel institucional, tan pronto una víctima de violencia llega a un refugio se le hace una evaluación en la que se exploran y se atienden sus necesidades inmediatas. En el refugio se le ofrece un techo, comida, transporte y acceso a beneficios médicos, psicológicos, legales y de asistencia social, a ella y a sus hijos menores de edad por un tiempo limitado que varía entre dos y seis meses dependiendo del refugio.

 ¿Cómo ayuda la ciudad de Miami a las víctimas de violencia?

La persona víctima de abuso se puede acercar a cualquier estación de policía y poner la respectiva denuncia. Si el caso lo amerita se puede pedir una orden de restricción contra el abusador. Y por último, existen una serie de recursos legales a los cuales se puede acceder dependiendo del caso. Pero al igual que como en nuestros países latinos la suerte de la mujer abusada en estas situaciones depende a veces del oficial de policía que la atendió o del juez que dictaminó sobre su caso. Hay ocasiones en las que si la mujer no llega con moretones y la cara hinchada se le niega la orden de restricción contra al abusador.

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¿Qué hacer con los hijos que han presenciado violencia doméstica para que no sigan estepatrón de víctimas o agresores en un futuro?

Una de las razones que a mi modo de ver hacen que se perpetúe el ciclo de la violencia de generación en generación es que los niños se acostumbran a ver a la madre en el rol de víctima y al padre en el rol del agresor. Mientras una pareja no rompa con esos esquemas sus hijos imitarán el mismo comportamiento aprendido en la familia. Si por otro lado una mujer es capaz de romper con este ciclo e independizarse emocionalmente de su pareja, le estará dando un mejor ejemplo a sus hijos tanto hombres como mujeres.

¿Qué caso de los que hayas trabajado te ha marcado como persona?

Un día atendiendo el teléfono de la línea de crisis del refugio, una mujer llamó y entre sollozos nos dijo que estaba encerrada en el baño con sus dos hijitos y el marido estaba afuera con una pistola gritándole que la iba a matar. Mientras por otro teléfono llamamos a la policía y la enviamos al lugar, seguíamos en la línea con la víctima dándole apoyo hasta que la llamada se cortó. No podíamos llamar de vuelta porque poníamos en peligro la vida de la víctima. Esperamos un par de horas hasta que la policía llamó al refugio para decir que habían estado en la dirección indicada y no encontraron rastros de la mujer ni sus hijos. Esa noche manejando de vuelta para mi casa vi mi vida desde otra perspectiva diferente y me sentí agradecida, muy agradecida. Nunca supimos qué pasó con ella.

 ¿Cómo es la vida de alguien que fue agredido por su pareja, puede sanar esas heridas?

Las heridas que deja el abuso por parte de la pareja pueden ser a veces imposibles de reparar. La experiencia de cada víctima es diferente y el proceso de recuperación puede ser extremadamente difícil, puede tomar meses, incluso años. Algunas mujeres se entierran en vida luego de una prolongada situación de abuso, mientras que otras son capaces de convertir todo su dolor en algo positivo y se vuelven voceras de prevención.