born4

Llegué a Barcelona con mi pelo largo llena de energía para ir de un lado hacia el otro conociendo los lugares que amigos y conocidos me iban sugiriendo por las redes sociales, por lo que mi viaje se convirtió en una ruta planificada en conjunto y disfrutada por todos los que iban siguiendo mi trayecto por Facebook, Tweeter o Instagram.

Como toda dominicana, el pelo para mí es un tema serio, por eso lo mencioné al iniciar este relato, y por eso traje varios de mis sombreros para protegerme del frío en estos días otoñales de  Cataluña, además del blower, 7 cepillos y peines de todos los tamaños, gorro de baño, pinchos, ganchos, gomitas, shampoo y acondicionador para días fríos…entre otros artículos de importancia.

Mientras bebemos un vino en uno de los restaurantes del Barrio Gótico, la novia de un amigo que vivió varios años en esta ciudad antes de partir a Santo Domingos, me dice que una de las cosas que más extrañaba de aquí es a la estilista que siempre le daba unos cortes espectaculares y que hoy precisamente lo había vuelto a hacer.

La observo y veo que no está nada mal el corte y le comento que yo estoy pensando en cortarme las puntas cuando vuelva a Miami con mi estilista de siempre… pero luego de un silencio ambas nos miramos y yo tomo de nuevo la palabra.

-Crees que tu estilista tenga tiempo para recortarme a mi?

-Bueno, puedo preguntarle.

-Perfecto, me avisas mañana

Al otro día  la estilista acuerda atenderme a las once de la mañana, única cita que tiene disponible en todo el día. Yo acepto y tomo un taxi desde la Plaza España hasta el Barrio de Born donde está ubicada la peluquería. El barrio de Born es algo así como un Winwood europeo, donde los hipsters te salen por todas las esquinas y los graffitis te hacen recordar aquellas calles del pantano.

born7

Al llegar, el taxista me muestra el Mercat de Born, ubicado justo frente del salón de belleza y luego de recomendarme que lo visite, se despide con una sonrisa, algo que llama mi atención en estos días en que Barcelona anda un poco tensa con lo de las elecciones y las banderas que cuelgan de cientos de balcones por toda la ciudad.

Entrando al salón de belleza, mi look parece delatarme y sale a mi encuentro Nenuca, que me reconoce como la amiga de su clienta, antes de escucharme hablar  y me coloca una capa plástica antes de inicar su obra de arte.

Mientras lava mi pelo, dos clientas aún con el pelo mojado, comentan que algunos residentes del barrio no han quedado conformes con la restauración del mercat, pues esperaban un mercado real que atrajera a más personas a la zona para dinamizar la economía. Yo, que no he cruzado aún a ese espacio cultural, emanado de aquel viejo mercado donde se encontraron las ruinas de una ciudad antígua mientras realizaban las excavaciones para la remodelación; no tengo idea de lo que hablan, pero su conversación agita mi curiosidad respecto al lugar.

Nenuca seca un poco mi pelo, me sienta en un sillón negro que hace juego con mi capa de Batman e inicia lo que yo llamaría una poda de cuero cabelludo. Al terminar me miro al espejo sin reconocerme. Los mechones de pelo castaños han formado una alfombra de hebras largas bajo mis pies y mi cara luce más iluminada. Le doy un abrazo a Nenuca y le prometo que si vuelvo a Barcelona nadie más que ella tocará mi pelo. Nos despedimos con dos besos…obvio! y  me desea suerte en mi visita al mercado.

born6

Al cruzar la calle camino hasta la entrada del local y al introducirme en aquella gran estructura me doy cuenta de lo que hablaban las mujeres del salón de belleza, el mercado de Born es un impresionante espacio que deja expuestas en la parte inferior las ruinas del barrio de La Ribiera, como si estuvieran congeladas en el tiempo de su demolición en el siglo 18, después de la derrota de Cataluña en la Guerra de Sucesión española. Estas ruinas muestran la orientación original de las calles de la época medieval, así como más de 50 casas, pozos, tabernas, tiendas y otras partes de lo que fue la vida en esse tiempo.

born1

En la parte superior el centro cultural posee grandes espacios para actividades que incluyen un espacio gastronómico así como un espacio para eventos. Uno de los locales está dedicado al museo que detalla los hallazgos arqueológicos de las excavaciones de los cimientos del antiguo mercado.

born3

Realmente vale la pena visitar el lugar, que si bien ya no cumple con el concepto de lo que es un mercado propiamente dicho, muestra un pedazo de historia de Barcelona de una manera espectacular.

born2

Mi corte de pelo y yo salimos del mercado rumbo a un restaurancito familiar cercano que me habían recomendado, donde alguien que espera junto a mí para poder entrar, me habla en catalán, a lo que yo respondo:

– Aunque me veas el pelo así, yo no soy de aquí…aunque quizás ya lo soy un poco.