Septiembre es el mes que despide el calor del verano para dar paso al fresco otoño. Una época mamey en la que van cambiando el color las hojas de los árboles. Para mí que vengo de una isla bañada de verano eterno haber vivido en el norte de Estados Unidos me brindó la oportunidad de ver cambiar las estaciones, disfrutar esa sinfonía de animales, clima y vegetación.
El otoño es por mucho mi estación favorita lejos del polen que esparcen las bellas flores nacidas en primavera, el candente sol del verano o la nieve ensordecedora del invierno. Es una estación en la que se expresa la libertad del vuelo en las alas de miles de hojas que surcan los cielos al compás de una música serena. El otoño trae consigo el esplendor de los días, convertido en oro, ese oro que la sabia naturaleza nos regala antes de sepultar el año bajo la nieve.
A pesar de que el otoño de Miami no cuenta con hojas multicolores que se deslizan entre los carros o los edificios de downtown, sí cuenta con una temperatura muy agradable que deja en casa la vestimenta playera y saca del closet los sweters mangas largas, así como un sinnúmero de actividades literarias y artísticas que se convierten en grandes atractivos mientras sirven como preámbulo de la Feria del libro de Miami y de Art Basel…así que calienta tus motores asistiendo a las interesantes presentaciones y actividades culturales que ofrece la ciudad en septiembre.
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