Una rabia infinita surgida desde el alma
se ha robado mi verso;
ha sembrado consignas, discursos y banderas en donde van los besos,
los tropos, las palmeras, la luz, las metonimias,
el mar, la primavera.
Ha cargado mi sangre de sangre con historia,
del agua que transita su paso hacia la muerte
y lava el arcoíris de inocentes miradas.
No puedo controlarlo, ponerle rima o alas.
Solo quiere ser puño, ser puñal y ser bala.
Mi verso se ha negado a ser solo palabras.
Me exige que camine,
que convoque,
que siembre,
que maldiga y que haga.
Luis Carvajal.
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