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Volver a casa es siempre una sensación de pérdida para el emigrante, un claro recuerdo de esa partida que nunca debió producirse y que a través de los años ha encontrado un nuevo rumbo hacia la felicidad. Muchas imágenes hicieron de mi más reciente viaje a República Dominicana una experiencia inolvidable. Ver a la gente de los barrios más humildes ganarse la vida, ver al dominicano de a pie sortear la miseria que siempre acecha a quienes optan por seguir siendo serios y honrados ha sido muy enriquecedor.
En mi recorrido por Santo Domingo con Iphone en mano, tomé estas imágenes que parecen contar mejor que yo la experiencia de este tiempo de isla. La ausencia de mi cámara fotográfica debido al miedo a ser asaltada no impidió que me llevara estas estampas conmigo.
Iniciamos este recorrido en el mar, cuna de muchos sueños que zarpan hacia un mejor futuro, un azul intenso que se lleva dentro no importa a dónde vayas.
Imágenes de la Avenida Máximo Gómez y de una calle del Ensanche Piantini.
Flamboyanes en Gazcue, en Naco y en el Teatro Nacional.
Luces y sombras en la Zona Colonial.
Santo Domingo ofrece un interesante contraste entre la buena vida y la que no es vida…estas diferencias son más fáciles de apreciar cuando se vuelve a la ciudad luego de algún tiempo.
Algo interesante para el que visita este pedazo de isla es la oferta diversa de buena gastronomía que puede degustarse en los Restaurantes de la Primada de América.
La gastronomía dominicana es exquisita y variada, desde mofonguitos de camaromes gourmet hasta un sabroso sancocho de habichuelas acompañado del infaltable conconcito (arroz del fondo de la paila).
Helados y mabís a la venta en Villa Consuelo…
El destacamento de la Policía Nacional de Villa Consuelo más azul que el mismísimo mar y dotado de sus motocicletas…por lo que pueda acontecer.
Un fresquito en estos días de verano no cae nada mal. De compras por algunas tiendas de la ciudad… siempre con nuestro lema presente: la moda no incomoda, vestidos inspirados en los bizcochos de Doña Nitín… 🙂
Una estampa digna de fotografiar, si tuviera que ponerle un título: “Centromoda, el cementerio de la moda?”.
Los productos del supermercado parecen en sus góndolas unas coloridas instalaciones artísticas.
El jabón de cuaba, indispensable en el lavado de toda casa dominicana.
Venta de Yaniqueques.
El arte en República Dominicana va desde las instalaciones inconscientes que se producen con la creatividad de la gente, lque desafian el peligro al colgar banderines en los cables de alto voltaje, hasta los grandes artistas que presentan sus performances y obras en los diversos espacios culturales de la ciudad. En esta fotografía el gran artista dominicano Chichi Garcia Cordero detrás de la máscara que sirvió para realizar un interesante performance en Casa de Teatro en la celebración de su cuarenta aniversario. Vista desde el escenario del Teatro Nacional de los asientos rojos de la impresionante sala.
El color de las casas de Villa Consuelo acompaña el descanso de este perro callejero, en una estampa memorable de este recorrido por Santo Domingo.
En contraste a las imágenes del Barrio, estos interiores.
La máquina de coser que me recuerda a las abuelitas de aquellos años 70’s que nos regalaban ropitas hechas por ellas. De venta en un establecimiento Comercial de la capital dominicana.
Vista panorámica de una parte de la ciudad, donde los edificios se mezclan con las montañas.
Me alegra que tu visita fuese memorable. La forma en que lo presentas en este artículo también lo es. Que bueno que pude saludarte y espero compartir un cafecito contigo por Miami pronto.