¡Que no me tengo!
Y estoy tan sola…
Ayer sostuve una sombra,
con unas manos que creyeron eran mías.
Mientras, un pié se quejó de arrastrarla,
pataleaba, al momento que ella,
colmada de espanto,
se cubría el rostro de un negro perfil.
Zigzagueante sobre el suelo,
escurría por el estrecho hueco de la calle…
Muchas veces he tratado, en vano,
de encontrarme en los espejos,
al unísono que algunas figuras descuartizadas
desteñían, haciendo piruetas con los trozos de cristal;
mirando entre los ojos,
curioseaban las pupilas de tantos otros…
Hay una ceja que se tuerce interrogante…
En el arqueo obtuso, da la vuelta,
con esa mirada conforme a las rutinas,
hecha polvo…
Han quedado los cristales manchados de abismo
y no me tengo….
Lo he dicho antes,
estoy tan sola que
una lengua balbucea desde el hueco
y los labios gotean en una voz.
Celebran a la vida
en un idioma que desconozco.
20 de Junio, 2014.
Comentarios