GG
Como brisa regresas una y otra vez,
marcando un ritmo transparente
en los cristales de la casa.
Merodeas el rincón
convertido en altar
de la mujer que prende velas
sin abrir los ojos.
Descubres la miel que rodea tu nombre
la pruebas y te marchas,
sin advertir el tapiz
que se deshace bajo tus pies.
Un hilo con el que jugarás
cuando la luz deje de dibujar
este domingo mudo.
Imagen: Gerard Ellis.
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