Diálogos desde casa (14): Frank Báez

©Por Glenda Galán

Hace mucho que no vamos a librería Cuesta, lugar donde nos encontramos siempre que voy a Santo Domingo y donde inició este diálogo que continúa entre ambos, hoy, abarcando este tiempo tan extraño que nos ha tocado vivir. Frank Báez es uno de esos amigos que me ha regalado el amor a la lectura y el placer de escribir que compartimos, es también, alguien que me ha inspirado a escribir con más ahínco, un tesoro que trajo el mar a mi existencia.

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1. ¿Cómo te ha tocado vivir este tiempo dentro de casa?

Me levanto todas las mañanas y los primeros minutos pienso que tengo los síntomas del virus, que por un desliz lo he cogido y que ya he contagiado a mi mujer, a mi mamá, a mi hermana y hasta los gatos, y que todos moriremos. Luego de tomarme el café me sumerjo en la cotidianidad, pero esos primeros minutos del día son muy angustiosos. En general, me siento muy cómodo en la casa y además tengo la posibilidad de caminar por los alrededores, así que la verdad no me siento encerrado. Aquí las restricciones son laxas, no como en otros países, donde la gente está confinada y solo pueden salir para lo necesario. Mira, a parte de esos minutos de angustia matutina, yo lucho para no deprimirme, para no preocuparme… intento ocuparme.

2. ¿Cuáles han sido tus mayores preocupaciones-retos, a parte de la salud?

Conseguir dinero.

3. Estos días has invertido la mayor parte del tiempo en:

Trabajar.

4. ¿Has podido crear en este momento?

Sí, he escrito, pero todo está muy verde como para hablar al respecto.

5. ¿Qué te viene a la mente cuando digo “dentro de casa”?

Sitio donde no se me va a pegar el virus.

6. ¿Se aplazó algo que tenías planeado en el plano literario? Si es así, ¿qué?

Iba a presentar mi libro Lo que trajo el mar en la Feria del Libro de Bogotá. Pensé que el lanzamiento se aplazaría, que quizá saldría para el año entrante, pero los editores de Laguna Ediciones no juegan y lanzaron el libro en medio de la pandemia en una versión digital. Hasta hicimos un lanzamiento. Darío Jaramillo lo presentó en una transmisión realizada a través de Facebook Live y YouTube. Ya el libro se está imprimiendo. Dentro de poco estará en las librerías.

7. ¿Sientes en ti algún cambio entre el primer día de restricciones para salir y el día de hoy? (físico, emocional o de cómo ves alguna situación).

A mí no me afecta quedarme en casa. De hecho, necesitaba un descanso de los viajes y de la vida social que estaba llevando. Sin embargo, con ese virus allá fuera matando y enfermando gente, no logro sosegarme. Me da mucha lástima lo que está pasando en el mundo. Es terrible.

8. ¿Qué es lo más extremo que has hecho en estos días?

Participar en eventos a través de Zoom.

9. ¿Has encontrado compañía en algún libro, poema, cuento?

Claro, en vez de conversar con los vivos, yo -como dice Quevedo en un poema- “escucho con mis ojos a los muertos”. Leí a Galíndez: su tesis y sus escritos. Luego leí Galíndez, la excelente novela de Manuel Vásquez Montalbán. He leído muchos poemas. De hecho, la otra cosa extrema que he hecho es grabar vídeos míos leyendo poemas de otros autores. Están en mi canal de YouTube. Vayan a verlos antes que empiece a borrarlos.

10.Una canción, un instante, una palabra, una imagen que te viene a la mente en este momento en que hablamos sobre estar dentro de casa durante largo tiempo.

Me vienen a la cabeza estos versos de Auden:

“el hogar, el centro donde las tres o cuatro cosas

que le pasan a un hombre ocurren”

Bonus: Una frase que pudiera definir lo que has vivido en estos meses:

Creo que el título de mi libro Llegó el fin del mundo a mi barrio. Algunos amigos, cuando se enteran de que en su sector hay alguien contagiado con el virus, me escriben al WhatsApp, “Frank, llegó el fin del mundo a mi barrio”. Pero donde esa frase estuvo más patente fue hace unas semanas, en que el barrio estaba cubierto por una niebla apestosa. Era un humo tóxico proveniente del incendio del vertedero de Duquesa. Muchos pensaron que eso lo había causado el Coronavirus y que a eso se referían los estudios cuando decían que el virus permanecía en el aire. Es una locura. A veces pienso que todo este caos lo producen adrede unos cineastas que vinieron a rodar el fin del mundo por aquí.

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