Por Bernardo Jurado

Rita Hayworth, alguna vez dijo que no existía ninguna mujer, que pudiese aguantar más de tres martinis en su presencia. Flor de Oro Trujillo, no solo aguantó los desmanes de su padre Rafael Leonidas, sino las peligrosas infidelidades de su marido, quien ganó la Embajada en Berlín una vez consumada la unión. Cristina Onassis, también disfruto de las mieles de su calidad. Ava Gardner, quien fue sumamente cotizada, lo cotizó a el. Zsa Zsa Gabor, también entro a su cárcel.

La princesa Soraya, se sintió princesa en sus brazos y Eva Perón, se sintió mas princesa que Soraya. En Norteamérica Patricia Kennedy y Marilyn Monroe..todas insólitamente influenciadas por un dominicano, diplomático en las artes amatorias, corredor de carros deportivos, jugador de polo a caballo, nacido un mes de Enero de principios del siglo pasado y de quien se comenta en secretos gritos su trabajo de espionaje, pero del cual se dice que fue muerto por la velocidad de Bios de Boulogne a los cincuenta y seis anos y por el artero pensamiento de su suegro.

Hay hombres influenciadores como este, que ha dejado historia como el más poderoso de ellos. De fortuna desconocida, pero con quien las mujeres mas importantes y bellas del mundo deseaban, tan siquiera una efímera aventura como punto de honor a su currículum.

Cabello negro crespo, ojos oscuros, sonrisa abierta y poco agraciado, pero con un legendario halo supersticioso de buen amante halagador de los detalles y quien se convirtió en ícono del buen vestir. Nada escribió, nada dejo, excepto su fama como el último de los play boy del jet set internacional.

La cultura es perseguida por ellas, quienes desean el aporte a su intelecto, agregando con esto la solapada guerra fría del género femenino en aras del poder de lo poseído.

Porfirio Rubirosa Ariza, hizo de su personalidad la leyenda y de sus contactos su modus vivendi. Su producto fue el y vivió tan rápido como sus automóviles entre quienes murió.

Hay latinoamericanos que desean el poder de la seducción, de la influencia de la clase, pero que su falta de talentos no le permiten explotar su personalidad.

La evidente ordinariez no la pueden sacar ni a la fuerza y se podrán reunir hasta con Naomi Campbell, llenarla de lujos, que nosotros le hemos proporcionado y el podrá pensar en su mente torcida que es el dueño de nuestros destinos, que nos ha influenciado insólitamente, que nos ha hipnotizado y que sin el no somos nada, pero no sabe que no hay cosa mas peligrosa que la inseguridad de la personalidad blandengue que recurre siempre a la amenaza y al grito como método de amedrentarnos.

Todas las mujeres de Porfirio, sucumbieron, pero hay una mujer altiva, orgullosa, indominable, dueña de su libertad y de la libertad de otras cinco, que en su historia nunca se doblegó a ningún amante.

Venezuela no tiene amantes porque ella es la Señora y su calidad ante la influencia de protervos individuos se impone de manera meridiana.

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