En este tiempo de verano se llevan a cabo en Miami eventos de moda, campamentos, y actividades propias de los vacacionistas que se van de la ciudad para dejar un poco la rutina, Miami y Santo Domingo se conectan con los que se van y vienen para reencontrarse con familiares y amigos.

Santo Domingo amanece caluroso entre el cafecito y los tapones que no dan tregua a pesar de que no hay niños asistiendo a las escuelas.

El sonido de las construcciones y las bocinas de los automóviles llama poderosamente la atención cuando te acostumbras al silencio de las calles de Miami, si, Silencio!

El olor de isla entra por la ventana y abraza a uno desde que abre los ojos y los planes de dar paseos se van posponiendo, mientras en Pijamas,  uno llega al medio día compartiendo historias con la familia que no veía hace tiempo.

Cafecito por aquí, mangucito por allá!

Seguro que en el Versalles se están disfrutando decenas de cortaditos para empezar la semana!

Cada una de estas bellas ciudades tiene un encanto escondido, que solo los ojos de alguien curioso puede captar, pero que sin dudas se vive aún sin darnos cuenta.