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Revisando algunas notas del pasado encontré esta, en la que menciono a Chely Lima una gran escritora que pondrá a circular su nuevo libro en abril de este año. Me hizo mucha gracia leer este relato, pues pasado el tiempo es como si uno se advirtiera en un tiempo que solo existe en los recuerdos.

November 23, 2009

Cuentos eróticos, la última asignación de las tertulias literarias a las que asisto. Chely, la facilitadora de nuestro grupo literario es una malvada, si bien es cierto, no tiene nada de malo escribir sobre pasión, sexo y amor, si que lo sería para una doña pasados los 60… bueno, eso pensé!

Mi grupo literario es bastante variado, desde abuelas, madres, locutores, casados, solteros….parece una compraventa. Ese detalle de diversidad hace más entretenidas las reuniones, además del estilo propio que cada uno quien al narrar y expresar sus ideas en papel.

El primer día que asistí además de engordar como 5 libras por el vino y todo lo que comí, quedé sorprendida de lo buena onda que son todos en el grupo, nada de poses intelectuales, solo gente que ama las palabras, que sienten la necesidad de expresarse, sin la presión de tener que sorprender a alguien.

Eso me recuerda a un escritor que visitó Santo Domingo, para charlar sobre literatura. Tiró como 20 palabras que yo nunca había escuchado y salí de allí, sabiendo que él había viajado por todo el mundo, que  él hablaba varios idiomas y que él consideraba que la mayoría de la gente era idiota o tarada. De su literatura, no recuerdo nada!

Chely nos forzó a asumir el papel de narradoras sobre el encuentro íntimo de una pareja.Viendo a mi alrededor, adiviné que varias de las personas que allí se encontraban no asistirán a la tertulia siguiente, y así fue. Para mi sorpresa las valientes que sí asistieron, fueron las abuelas y las más entraditas en años. Los relatos fueron increíbles, y leídos por aquellas doñas algo totalmente inesperado.

El acto en sí de estar allí, fue arte, desinhibición y supresión de la auto-censura. penetraron en nuestros oídos palabras e ideas eróticas de forma descriptiva y poética. Se desbordaron nuestras ganas de seguir escuchando, opinando y leyendo. Al final de la noche exhaustos por cada palabra pronunciada, quedamos mucho más enamorados del oficio de escribir, dispuestos a llevar a cabo la siguiente etapa narrativa y decididos a engordar unas libritas más en la próxima tertulia.

Todo sea por amor al arte!