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Por Kianny N. Antígua

La poesía es un ente supremo que se apodera de las mentes más sensibles, más abiertas; se nutre de las ignorancias del poeta y, juntos, llenan el papel de heridas, júbilo, alabanzas y versos ya dichos en otras palabras. La poesía es necesaria, podría incluso decir que es aliento de los hombres que leen; y de todo aquel que se detenga a escuchar, es la respuesta.

 

Poemas de Kianny N. Antígua:

 

La lluvia

 

La noche se abre y nace una paloma.

El cielo hincha sus nubes para acogerla en su regazo

y en un intento por conocer la tierra

y los hombres,

rasga con el pico su vientre,

evitando así que mis labios distingan

entre el llanto de Dios

y las vísceras de una nube.

 

Dormido hasta el polvo

quedó el día

tras la llegada irrevocable del sueño.

Allí, las manos fueron cerraduras

los dientes mordieron sus lenguas,

negros, carcomidos y groseros

como muerte.

Pubis con pus y flagelados miembros

fueron los géneros.

La columna

sintió la ruptura de Eva

y el tiempo

le dio de comer

a las lombrices.

 

Ya no es cosa de frutas ni de South

Extraños pedazos caen del cielo.

La joroba de los árboles

no pudo con el peso

ni con la tristeza.

El estallido de una fruta gigantesca,

al caer, inunda el viento

y la pulpa se esparce

manchando las aceras y la memoria.

El camino sólo ha podrido al hombre.

Extraños los tiempos,

extraño Dios.