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Por Bernardo Jurado
 
Siendo el plomo un material químico de la tabla periódica, a la vez flexible o más bien maleable, que posee como capacidad, a veces ventajosa, la de poder fusionarse a tan solo trescientos veintisiete punto cuatro grados centígrados ( 327.4 C), hay evidencias de que Midácritas fue el primero que lo llevó a la Grecia antigua.
 
 
También se puede observar aun en la actualidad, tuberías de algunos baños romanos recubiertos de este pesado material. He conseguido en mi investigación, lo siguiente: “Plinio el Viejo dice que en la antigüedad se escribía en láminas u hojas de plomo y algunos autores aseguran haber hallado muchos volúmenes de plomo en los cementerios romanos y en las catacumbas de los mártires. El uso de escribir en láminas de plomo es antiquísimo y Pausanias menciona unos libros de Hesíodo escritos sobre hojas de dicho metal. Se han encontrado en York (Inglaterra) láminas de plomo en que estaba grabada una inscripción del tiempo de Domiciano.”
 
 
“También se fundían en plomo muchos medallones, mascarones de fuentes, etc. Y había también fuentes bautismales de plomo. En 1754 se halló en la alcazaba o alcaicín de Granada una lámina de plomo de 30 pulgadas (76,2 cm) de largo y 4 (10,16 cm) de ancho con tres dobleces y entre ellos, una cruz y en 17 del mismo mes y año un libro de hojas de plomo escritas.
 
 
Los caracteres de estos descubrimientos persuadieron de que eran de una fecha anterior al siglo VIII.” Como una importante cantidad de la población sabe, el plomo también se usa para proyectiles de calibre 38 y escopetas calibre 12, en la gran mayoría de los casos, porque al ser disparado y siendo maleable, entra al cuerpo del atacado un objeto que dependiendo de la distancia, puede tener el diámetro de una moneda de veinticinco centavos, ¡lo que lo hace temible! Esta historia viene del occidente de Venezuela, el Estado Zulia, que posee características encantadoras, lleno de gentes amables, recios y con un sentido exponenciado del regionalismo, trabajadores de la tierra más fértil en petróleo y de pastos óptimos para la cría del ganado.
 
 
Para los que no son venezolanos, ellos también tienen como importante característica que les destaca, el inventar nombres que van moldeándose en el tiempo hasta que se hacen populares en otras regiones y que como es de esperar están fuera del santoral normal. Esta es la vida de un guajiro de humilde procedencia de apellido Montiel, que se casa y pensó por nueve meses, que nombre poner al primogénito, porque estaba seguro que sería varón y paladeó algunos como Anexímenes, Tricoformo, Manlio, Pentoico, y otros menos agraciados.
 
 
Decide por aquello de la reciedumbre del macho de la región, buscar uno que nadie tuviera y que insinuara hombría y como el plomo sigue siendo usado en los proyectiles consideró que la mixtura “Plomo Montiel” sonaba temible y así le llamo y creció y decidió mandarlo a estudiar a la capital y Plomo se fue en bus y pasaron dos meses antes de saber del joven, hasta que un día muy contento el Padre llegó a casa con un periódico de tiraje nacional que decía abriendo la portada “ PLOMO EN LA UNIVERSIDAD CENTRAL” y aseguró a su humilde esposa que había valido la pena la crianza y el esfuerzo invertido en el joven Plomo. Pasaron algunos indeterminados meses y nuevamente el Padre llega con algarabía buscando a su esposa, lleno de contento y orgullo con otro tomo del mismo periódico que decía en portada “ PLOMO EN EL PARLAMENTO” y orgulloso, nunca pensó que su hijo Plomo pudiese llegar a ser Diputado o tal vez Concejal.
 
¡Que visión la de ese hijo mío! ¡Salió a su Padre Caraj…! Decía por doquier, ensenando a propios y extraños su inocencia al no entender que es un decir que cuando personas entran a duelo con armas de fuego, es porque “se entran a plomo” Casi pudiese asegurar que este escrito no puede ser traducido al inglés en esta edición, si acaso nuestros talentosos periodistas pueden llegar a descifrar la hermenéutica, o sea el espíritu de lo que deseo decir, premiaré con creces su talento, pero volviendo al tema, un aciago y triste día, el Padre quería morir al ver en portada del mismo diario capitalino la dolorosa, vergonzosa y deshonrosa sentencia que ponía con desparpajo el periódico sobre la hombría de su hijo: “ENTRE POLICÍAS Y LADRONES, SE COGIERON A PLOMO”.
 
 
Por el bien de esta bendita ciudad, creo que debemos centrarnos y exigir a nuestros funcionarios que opaquen sus diferencias y se pongan a trabajar, porque ellos no fueron escogidos y votados para estas diatribas fútiles, insulsas y faltas de todo interés, ellos fueron votados para hacer de estas tierras que albergan a cuarenta y seis mil almas, el paraíso que vinimos a buscar.
 
 
Dándole otro cariz a la expresión, yo no quiero que nuestro Alcalde y Concejales se cojan a plomo, no quiero más violencia verbal, ni desgaste investigativo de detalles que a nadie interesa y eso incluye al Padre de Plomo.
 
 
Ustedes son queridos, apreciados y considerados y deben aprovechar esa oportunidad solo dada a pocos. Por el momento, Plomo Montiel suponemos que anda en alguna parte de la Capital y espero que a manos del Padre no llegue un ejemplar de Ciudad Doral News Paper que en portada diga “El Alcalde, los Concejales y el Administrador, se cogieron a plomo”, porque sería realmente vergonzoso y denigrante.
 
 
Mis queridos amigos gobernantes de nuestros destinos. A todos les conozco y a todos considero y aprecio. Ustedes son ungidos de nuestra confianza. No se permitan el lujo de prescindir de ella.
 
 
fernando-jurado13