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Por Glenda Galán

Hablar de la obra de Haruki Murakami supone para mi un gran reto, mejor dicho, un reto a mi  imparcialidad, pues realmente amé Sputnik mi amor, la primera novela que leí de este autor japonés.

Japón y Murakami son mundos que han tocado una parte muy especial de mi, el primero cambió mi forma de percibir las cosas, marcó un despertar en mi como artista,  me regaló algunos de los paisajes más hermosos que he visto en toda mi vida y algunas de las experiencias más cómicas que me han sucedido.

Murakami, que en cierta forma también es Japón, llamó poderosamente mi atención a través de su literatura,  hace unos años cuando mi amigo Frank Báez me recomendó leerlo. Una vez te pones en contacto con las narraciones de este escritor, te haces inconscientemente más exigente a la hora de apreciar la narrativa de los textos que lees.

Murakami es un escritor que impacta cuando lo lees por primera vez, que se adentra en los sentimientos más íntimos de sus personajes y los muestra al lector sin pudor, sin cruzar la línea hacia lo cursis, eso me gusta mucho cuando lo leo.

A pesar de que algunos críticos opinan que Tokío Blues es superior a su novela al Sur de la frontera al oeste del sol, a mi particularmente me cautivó más esta última, por sus personajes y  por ser una  historia que retrata esa búsqueda existencial, que vive la generación que le ha tocado vivir su adultez en principios de este siglo.

Ese querer urgar en el pasado, con la ilusión de encontrar ese instante que se nos escapó, y que luego de forzar situaciones para recuperarlo, nos damos cuenta de que el pasar del tiempo no perdona, que no hay vuelta atrás.

Esa forma en que los seres humanos idealizamos algunos aspectos del pasado quedan hermosamente retratados en Al sur de la frontera, al oeste del sol, una novela que me fue obsequiada por alguien muy especial y que leí en la playa de mi país escuchando el mar.

Puede ser que ames a Murakami o que definitivamente no te agraden sus libros , lo que si puedo asegurar es que este escritor japonés tiene un sitio muy especial en la literatura Universal y que algunos de sus libros son verdaderas joyas.

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