Lourdes1©Por Glenda Galán

Justo antes de salir al aire en su programa Sal y Pimienta, Lourdes Stephen nos recibe con amabilidad y con  una cálida sonrisa en Univisión, empresa que considera como su segundo hogar y a la que agradece poder llegar cada semana a los hogares de millones de hispanos. A pesar del atuendo y del maquillaje que exhibe, la periodista dominicana no pierde la sencillez al contarnos algunos detalles de sus inicios en la televisión, así como también de los retos que ha asumido como profesional.

•Lourdes, ¿Cómo llegas a Univisión?

L:Yo había estudiado publicidad en República Dominicana y entré luego a trabajar en un noticiero, me gusto tanto el periodismo que decidí hacer una maestría en Boston con la idea de volver a mi país. Allí empecé a trabajar con una empresa que me envió a cubrir el primer año de los acontecimientos del 11 de septiembre. La vicepresidenta de noticias de Univision me vio trabajando y luego de eso me examinó y me buscó durante un mes, hasta que me ofreció trabajar en Primer Impacto en 2003.

•¿Qué recuerdas de tus años de estudio en UNIBE de República Dominicana?

L:Recuerdo en UNIBE a profesores maravillosos como Grecia Rivera y a muchos otros. En esos años de estudio, yo tuve que aprender a dar más que mis compañeros, porque ellos eran tan buenos para dibujar y diseñar, algo en lo que yo no era muy diestra; por eso tenía que amanecer hacienda los trabajos que a ellos les salían mucho mejor en solo horas. Aunque me destaqué, tuve que empeñarme mucho. Para mí estudiar publicidad fue un reto.

•¿Qué opinas sobre la inseguridad que está viviendo nuestro país actualmente?

L:Mis tesoros viven en República Dominicana. Mis padres, mis hermanos y gente que quiero muchísimo, por eso me duele mucho saber que hay tanta inseguridad, porque yo conozco a los dominicanos, yo sé que somos gente buena y luchadora, tanto así que la mayoría de las personas que visitan nuestro país por primera vez, regresan encantados con la amabilidad y la hospitalidad de la gente. Entonces qué pena que esa imagen que reflejamos y con la que abrazamos a los turistas se vea ensuciada por a la criminalidad. Pienso que debemos buscar la manera a través de la educación de guiar a nuestros jóvenes hacia las cosas positivas, para que piensen en su futuro y en su bienestar.

•¿Qué lugares de Miami te ayudan a extrañar menos nuestro país?

L:Cada vez que yo extraño a mi país me voy a Nueva York o a Santo Domingo, esa es la realidad. Nueva York es como mi hogar porque allá viví un tiempo, y uno está ahí entre su gente, comiéndose su mangú con su salchichón, su mofongo y escuchando su acento. A Santo Domingo también voy constantemente. Aquí en Miami hay ciertos lugares en los que sientes la cordialidad de los dominicanos, por ejemplo cuando voy al consulado la gente es muy amable. También me gusta ver cómo va creciendo nuestra comunidad. Para mí es un honor formar parte de cualquier evento que tenga nuestra comunidad, porque tú puedes sacar a la dominicana del país, pero no puedes sacar el país de esta dominicana.

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•¿Qué momentos te han marcado como comunicadora?

L:Como comunicadora creo que ver el dolor humano, siempre ha sido algo que me toca. A nosotros nos entrenan para estar enfocados en la historia sin agregar nuestras opiniones o nuestras emociones, pero a veces las historias te tocan.

El terremoto de Haití para mí fue muy fuerte, ver a tantas personas fallecidas, todas esas construcciones destrozadas y ver a un hombre tirado en el piso pidiendo que alguien lo matara porque su familia había fallecido y él no tenía a nadie más, eso fue muy duro.

También recuerdo siempre una historia que me tocó en Primer Impacto de un joven ecuatoriano de unos diecisiete años llamado Esteban, que había perdido un ojo a raíz de un cáncer, por esto su cara no se había desarrollado normalmente. Ese joven transmitía tanta pureza y ganas de vivir que cuando tuve que presentar la historia me puse a orar para que a través del reportaje el publico pudiera ayudarlo con la cirugía que necesitaba. Ese mismo día se recolectaron cincuenta mil dólares, porque los milagros existen, y el público que es tan generoso y bondadoso hace que estos milagros sean posibles. Recuerdo que el ultimo día que estuve en Primer Impacto estaba un poquito acongojada, porque irme de noticias a entretenimiento fue un paso difícil que me dio mucho miedo, porque era un mundo desconocido para mí. Cuando iba saliendo, Esteban me esperaba en el lobby para que viera el progreso que había tenido después de la cirugía y para entregarme una placa que aún conservo. Me dijo: “Vine a entregarte esta placa porque tú me devolviste los deseos de vivir”. Para mí esa historia significó el cierre o la pausa de una etapa en mi carrera y el inicio de otra.

•¿Qué opinas de la situación que han enfrentado República Dominicana y Haití?

L:Opino que estas son cosas que vienen desde hace muchos años, de guerras, ocupaciones, que han dejado una secuela de separación. Como cristiana creo que debemos ayudar al prójimo, pienso que todos los que estamos en este mundo somos hermanos, estemos de acuerdo o no con las decisiones. Lo que debe sobresalir de una persona sobre todas las cosas es su calidad humana. Estamos llamados a abrazar a los hermanos y a no asumir guerras que no son de nosotros. Pero independientemente de lo que está pasando en el día de hoy, cuando sucedió el terremoto en Haití yo vi la mano dominicana extendiéndose para ayudarlos a ellos en ese momento tan difícil y me dieron ganas de ver más cosas. Hoy son ellos, mañana ¿quién sabe?

•¿Cómo te ves en los próximos años dentro de los medios de comunicación?

L:A mí me falta mucho, quiero seguir aprendiendo, pues nunca terminas de aprender. A nivel laboral quiero hacer muchas cosas más. Me gustaría tener un programa de entrevistas, algo que Univision me ha dado la oportunidad de hacer, pues yo produzco y hago especiales para la cadena, que gracias al público son muy bien recibidos y gracias a la confianza que me tienen los artistas para sentarse a hablar conmigo de cosas delicadas. También seguir enfocada en Sal y Pimienta que es mi bebé, pues he estado aquí desde el principio del programa hace cinco años y para mí es un orgullo ver cómo ha crecido y sentir el cariño que la gente le tiene al programa. Eso es algo que siempre agradeceré al público.