Poesía 3

Presentación del escritor Orlando Rossardi en el Coral Gables Museum, para dar inicio a la noche de poesía de Glenda Galán.

Nuestra autora, Glenda Galán, debe sentirse complacida y satisfecha con el repaso de lo que la muy joven mujer que es, ha conseguido hasta el día de hoy. La dominicana dio un salto a los Estados Unidos buscando espacios donde desarrollar aun más su talento y, como lo ha dicho antes una buena amiga (Rita Ginebra) en unos párrafos biográficos recogidos en la pantalla chismosa que es el Internet, lograr sus sueños, sueños que con la bolsa de regalos con que venía equipada (inteligencia, sagacidad, don de gente) por la madre naturaleza no le sería difícil lograr.

Vamos por orden. Muchos de los que hoy la acompañamos en su vuelo singular, conocemos que nace en ese maravilloso lugar que es Santo Domingo, ya quedó dicho antes y por ello se empapan sus concepciones  de agua fresca  y saludable brisa, de mar que fue para Glenda, un día, MAR DE FUGAS y fue también sabor de GUAYABAS Y FRESAS, trozos de su tierra que han quedado dentro de casi todo lo que ella lleva a cabo.

Sabemos, por los datos que se dan de Glenda Galán que es egresada de la Escuela de Comunicaciones, Publicitaria de la UNIBE y diplomada en periodismo de la Universidad de Miami. También sabemos que estudió pintura en la Escuela de Bellas Artes, y estimo que de esa experiencia y de ese regalo se le ha quedado a la poeta de hoy su acertado don de decir cosas que parecen pintadas ante los ojos del lector, y que veremos en unos momentos, no solo por lo que yo les digo a ustedes sino por lo que ella les va a comunicar cuando lea algunos de sus poemas.

Sabemos también, por los datos externos de nuevo, que vivió fuera de Miami un tiempo, en Connecticut, estancia que le sirvió para ir y venir en tren de la cercana ciudad de Nueva York, y que le dio la oportunidad de desarrollar su primer relato. Y sabemos — siguiendo nuevamente el dato externo– que trabajó en el International Mall, en Macy´s, atendiendo sobre todo al público femenino en la sección de cosméticos, labor que muchos emigrados en los Estados Unidos han hecho. (En mi caso yo tengo como mérito enorme el haber trabajado en restaurantes, en “factorías” neoyorkinas, como “delivery boy” en los días en que aun podía andar con ligereza y sin tener que sentarme para coger fuerzas…)  Y sabemos, como otro dato externo que un buen día logra entrar en la plantilla de AMERICA TeVe y logra alcanzar un puesto de PRODUCTORA  en programas como “A mano limpia”, poniendo su talento y su dedicación a cargo de un excelente presentador y magnífica persona como lo es Oscar Haza.

Es, por esa experiencia y dado sus dotes, que en calidad de productora obtiene un galardón EMMY en 2011 y nominada para otro en calidad de guionista. En la actualidad se desempeña como investigadora “freelance” y edita su revista electrónica DOMINICANA EN MIAMI, gracias también al tiempo de que dispone, puede  dedicarse a escribir, cuentos, relatos y lo que hoy nos ocupa, poesía

Hasta aquí los hechos que acumulan los datos externos. Lo otro, lo interior viene luego con su aporte, el de Glenda Galán  a la literatura, aunque desde luego, también viene dado en otro aspecto externo que conlleva el hecho “poema”, –esas cosa que se deja con letras en el papel  (ahora también en la computadora) y que llamamos poema–, ese cuerpo vital con su alma esencial metida dentro y que llamamos “poesía”. Eso, lo escrito, lo que antes decíamos “a puño y letra”, es lo que existe, vive y colea para los lectores que leen los versos de Glenda , los míos o los de cualquiera. En otras palabras, de no existir esos poemas que nos traen los poetas en el papel, en la palabra que queda metida en el papel, y dichos luego y lanzados a nuestras narices para su disfrute, sacados del andrajo del decir diario para ser vestidos con los oropeles del poema conseguido, de no existir el hecho poema no podría existir el hecho poesía. Por eso es que la Revista BAQUIANA de los  incansables Patricio Palacios. y la poeta y dramaturga Maricel Mayor Marsán han puesto los poemas de nuestra autora en buenos papeles, en la exclente revista, y le han otorgado merecidos honores en concursos de nuevos valores en la poesía hispana de nuestra zona.

Y he aquí que la poesía de Glenda me sorpendió en su letra, en lo dejado en el papel.  Por este cuerpo externo me entero del alma interna. Por esas pinceladas sacadas del mundo real me percato del espíritu, pero del espíritu que transporta la letra, del dominio del hacer, con las palabras nuestras , de todos los días, una “obra de arte”, porque de eso se trata, de usar nuestras palabras de forma que puedan sorprendernos y deleitarnos con ello, no solo de entender la creación poética como comunicación de cierto estado interior del alma, de una vivencia que se desea traspasar, eso solo es comunicación, sino que necesitamos “creación”, la sorpresa del lenguaje, el haber logrado la obra de arte que es el poema. Hay una anécdota de una conversación entre unos excelentes artistas, un poeta y un pintor famosos, Mallarmé y Degas, cuando el pintor le dice al poeta que quiere escribir poesía y le dice que “no le faltan ideas”, y Mallarmé le responde “La poesía no se hace con ideas, sino con palabras”

La poesía de Glenda Galán posee algunos ingredientes que quiero dejar expuestos brevemente, ya que lo mejor de esta velada es, además de lo que vemos alrededor, la lectura de la poeta de unos poemas que ha escogida muy detenidamente la autora para la ocasión y que ha dividido en aquellos puntos que en la antigüedad se tenían como fundamentales para entender la dimensión de la creación humana: TIERRA, AIRE, FUEGO y AGUA, y que pretenden darnos el espacio del que todos los seres vivientes disfrutamos según la concepción clásica.

Uno de los ingredientes que más resalta podría ser: la experiencia exílica o la vivencia del desterrado.

Muchos de los poemas de Glenda giran alrededor del camino que se sigue, de lo que va viendo y sintiendo  y en lo que vendrá.  Poemas como “RUMBO”, por ejemplo, buscan la ruta de unos barcos y brotan de la idea de un pasado familiar.

Los nuevos parajes, las nuevas ciudades, son parte de su inspiración.  En una entrevista en LA NUEVA VOZ LATINA dirá que “aprendió a no concentrarse en la llegada sino en el camino, porque la verdad… nunca llegas”, que recuerdan aquel verso de Antonio Machado: “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar” y que podrían aplicarse muy bien a la experiencia de vida de Glenda.

También otro ingrediente, derivado del peregrinaje de la poeta dominicana será la libertad, que la poeta dice apreciar como el más extraordinario tesoro del ser humano. De  ambas vivencias, la nostalgia del desterrado y el ansia de libertad surgen los temas de muchos de sus poemas, como ese que titula 

HOME

Gravitar en varios mundos

sin pertenecer a ninguno.

Tener la certeza

de que al llegar al suelo

no recordarás 
cómo volver a casa.

 

Será un camino sin retorno ni patrias

un fantasma que te perseguirá

hasta que encuentres ese lugar

que sabes existe.

 

Para elaborar sus concepciones y construir sus poemas, Glenda usa sus ojos de pintora, los ojos de aquella joven que aprendió de pinceladas en la Escuela de Arte… los colores aparecen por aquí y por allá para construir un escenario que salta de la REALIDAD a la IDEALIDAD, y que por virtud de la palabra, de sus palabras en el poema cobran vida de cara al lector que vive con ella el envión emotivo que generó el encuentro con esa vivencia. Glenda lo constata en un poema suyo cuando dice que ser poeta  “es sentir latidos en la tierra que pisas / un estado alucinante de versos / que se cuelan por los dedos / hasta hacerlos bailar en palabras”. (poema “SER POETA”) Los colores brillantes rojos, amarillos, verdes, azules combinan con los grises, los blancos y los negros para llenar de dimensión anímica los sentimientos más internos de la poeta, sentimientos y sentires como aquellos del AMOR que es uno de los ingredientes que más llenan los versos de Glenda, y de los que emanan como fuente surtidora los temas de la dominicana.  Cabe aquí y viene como anillo al dedo la mención de su poema “TEMAS PARA UN POEMA“, y que le robo de la colección que tiene dispuesta para decir en esta ocasión.

 

Hay tantos temas para escribir un poema,

tanta angustia repartida en Siria

por ejemplo

o amores que escapan a París

para besar su vuelo.

Hay tanto olvido concentrado

en la palabra adiós o despedida

que dan ganas de dar vueltas

por la Zona Colonial

para ver si entre las piedras

de  tanto monumento

se esconde ese pedazo truncado

que nunca ha vuelto a florecer.

Y si a enumerar vamos

existe el mar,

la luna,

el colmado de la esquina

la señora que teje zapatitos

los corruptos

el cardenal,

los dominicanos sin patria

y  los ciudadanos del mundo.

 

El parto

el perro

la mano

el árbol que nace

en plena calle.

 

Hay tantos temas para escribir un poema

y tan pocos poetas.

Para terminar y dar paso a la voz misma de la autora, debo hablar de su visión de la realidad, esa realidad vividora que no deja cosa por mencionar en el tránsito de ella por el mundo de las cosas que la rodean. Glenda, la poeta y la persona son una sola cuando se fija en lo que nos da la vida, como la comida, la bebida, los vestidos, los zapatos, los sombreros, los insectos, como la araña con la que entabla un diálogo, y todo lo que, usurpando a Neruda el título, llamaríamos su RESIDENCIA EN LA TIERRA que aparece en la ciudad que la ha acogido por años desde su salida de la Rep. Dominicana, Miami y en Miami el espacio de el DORAL del cual yo también fui residente un día. Allí, en ese centro, que también es el centro de su alma repatriada, pretende Glenda Galán, como ya lo ha confirmado en la entrevista mencionado, seguir riendo, seguir siendo joven de alma, amando y entregando poesía, porque todo puede superarse en el amor y por el amor, según sus propias palabras.

Ahora debemos apuntar que Glenda nos prepara otra serie de poemas y relatos TSUNAMI que estoy seguro nos inundará, asaltando nuestro espíritu, como golpe de poesía pensada y sentida a un tiempo, para nuestro disfrute.

Orlando Rossardi